Ayunamos, pues, e invocamos a nuestro Dios con este fin, y él nos escuchó.
Proverbios 3:5 - Biblia Castilian 2003 Conf a en Yahveh de todo corazón y no te apoyes en tu entendimiento. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Biblia Católica (Latinoamericana) Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría. La Biblia Textual 3a Edicion Confía en YHVH con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Confía en Yahveh de todo corazón y no te apoyes en tu entendimiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. |
Ayunamos, pues, e invocamos a nuestro Dios con este fin, y él nos escuchó.
Canto gradual. Quien conf a en el Se or es como el monte Sión, que no vacila, que está firme por siempre.
Conf a en el Se or y obra bien: Bet morarás en el pa s y de tu fidelidad tendrás contento.
descansa en el Se or y espera en él. No te irrite el que triunfa en sus designios ni el que tiene por arte la asechanza.
Mi victoria y mi honor están en Dios, y en él mi roca fuerte y mi defensa.
Para que pongas en Yahveh tu confianza, yo te muestro ahora cuál es tu camino.
Mirad al Dios de mi salvación: conf o y no temo, que mi fuerza y mi canto es Yahveh y él es mi salvación'.
Reconozco, Se or, que no es el hombre due o de su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos.
sino de esto se ufane quien quiera ufanarse: de ser sensato y conocerme, pues yo soy Yahveh, que practico la bondad, el derecho y la justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco' - oráculo de Yahveh -.
Otras veces suced a que la nube estaba pocos d as sobre la tienda; y entonces ellos a la orden de Yahveh acampaban y a la orden de Yahveh se pon an en marcha.
Si la nube se deten a sobre la tienda dos d as, un mes o un a o, los israelitas permanec an acampados y no se mov an. Cuando se alzaba, ellos levantaban el campamento.
Tened unos con otros el mismo sentir, sin abrigar sentimientos de grandeza, sino dejándoos llevar al trato con los humildes. No os tengáis por sabios ante vosotros mismos.
a ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya de antes ten amos puesta en Cristo la esperanza.