Proverbios 23:15 - Biblia Castilian 2003 Hijo m o, si tu corazón es sabio, también mi corazón se alegrará; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón; Biblia Nueva Traducción Viviente Hijo mío, si tu corazón es sabio, ¡mi propio corazón saltará de alegría! Biblia Católica (Latinoamericana) Hijo mío, si llegas a ser un sabio, seré el primero en alegrarme;' La Biblia Textual 3a Edicion Hijo mío, si tu corazón llega a ser sabio, También a mí se me alegrará el corazón, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se alegrará; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón; |
Proverbios de Salomón. El hijo sabio regocija a su padre, el hijo necio entristece a su madre.
Sé sabio, hijo m o, y alegra mi corazón; as podré responder a quien me ultraje.
Quien ama la sabidur a alegra a su padre, quien anda entre cortesanas disipa su hacienda.
Escuchad, hijos, la instrucción de un padre, estad atentos para adquirir prudencia,
Me gozaré en ellos, haciéndoles bien, y los plantaré de veras en este pa s con todo mi corazón y con toda mi alma.
Yahveh, tu Dios, está contigo. ¡Es un héroe que salva! Se gozará en ti con alegr a, te renovará con su amor, dará gritos de júbilo por ti
Entonces le presentaron un paral tico tendido en una camilla. Cuando Jesús vio la fe que ten an, dijo al paral tico: '¡Ánimo, hijo! Te quedan perdonados tus pecados'.
pero hab a que hacer fiesta y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido hallado''.
Os he dicho estas cosas para que mi alegr a esté en vosotros, y vuestra alegr a sea colmada.'
D celes Jesús: 'Muchachos, ¿no tenéis algo que comer?'. Ellos le respondieron: 'No'.
Hijitos m os, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, abogado tenemos ante el Padre: a Jesucristo, el justo.
Me ha alegrado mucho haber encontrado de entre tus hijos a quienes andan en la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre.