Proverbios 21:20 - Biblia Castilian 2003 Tesoro precioso es la mansión del sabio; pero el hombre necio lo dilapida. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato todo lo disipa. Biblia Nueva Traducción Viviente Los sabios tienen riquezas y lujos, pero los necios gastan todo lo que consiguen. Biblia Católica (Latinoamericana) El sabio tiene en su casa aceite y provisiones, el tonto sólo sabe gastarlas. La Biblia Textual 3a Edicion Preciosos tesoros y óleo hay en la casa del sabio, Pero el hombre insensato lo dilapida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tesoro precioso es la mansión del sabio; pero el hombre necio lo dilapida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tesoro codiciable y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato todo lo disipa. |
En su casa hay riqueza y abundancia, He y su prosperidad subsiste para siempre. Vau
Enfrente al opresor, me aderezas tú un banquete; con aceite me unges la cabeza, y mi copa rebosa.
La bendición de Yahveh es la que enriquece; junto a ella el esfuerzo nada significa.
En la casa del justo reina la abundancia, las ganancias del malvado son destruidas.
Premio a la humildad y al temor de Yahveh son la riqueza, el honor y la vida.
Para divertirse se preparan los banquetes: el vino alegra la vida y el dinero sirve para todo.
As, no tendrá que estar siempre pensando en los d as de su vida, porque Dios le llenará el corazón de alegr a.
Entre ellos, sin embargo, se encontraban diez hombres que dijeron a Ismael: 'No nos mates, que tenemos escondidas en el campo provisiones de trigo, cebada, aceite y miel'. Él, entonces, decidió no matarlos como a los restantes.
Las necias dijeron a las sensatas: 'Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan'.
Después de haberlo malgastado todo, sobrevino un hambre muy grande por toda aquella región y él comenzó a sufrir privaciones.
Dec a también a los disc pulos: 'Hab a un hombre rico que ten a un administrador, el cual fue denunciado ante su due o como malversador de sus bienes.
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el malo, de su mal tesoro saca lo malo. Pues de lo que rebosa del corazón habla su boca.