David lo invitó a comer con él, y le hizo beber hasta embriagarse. Al atardecer, Ur as salió para acostarse en su lecho junto a los servidores de su se or, pero no bajó a su casa.
Proverbios 20:1 - Biblia Castilian 2003 El vino es insolente; el licor, pendenciero; quien a ellos se entrega no es sabio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio. Biblia Nueva Traducción Viviente El vino produce burlones; la bebida alcohólica lleva a la pelea. Los que se dejan llevar por la bebida no pueden ser sabios. Biblia Católica (Latinoamericana) El vino lo pone a uno sarcástico, el alcohol excita: el que se da a ellos no será un sabio. La Biblia Textual 3a Edicion El vino es pendenciero, alborotador el licor: El que se tambalea con ellos no es sabio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El vino es insolente; el licor, pendenciero; quien a ellos se entrega no es sabio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El vino es escarnecedor, la bebida fuerte alborotadora; y cualquiera que por ellos yerra, no es sabio. |
David lo invitó a comer con él, y le hizo beber hasta embriagarse. Al atardecer, Ur as salió para acostarse en su lecho junto a los servidores de su se or, pero no bajó a su casa.
y dio a sus criados esta orden: '¡Estad atentos! Cuando el corazón de Amnón se haya alegrado con el vino y yo os diga: 'Herid a Amnón, matadlo', no temáis. ¿No soy yo quien os lo manda? ¡Tened ánimo y sed valientes!'.
También éstos por el vino vacilan, por el licor se tambalean; sacerdotes y profetas vacilan por el licor, desvar an por el vino, dan traspiés por el licor, vacilan en la visión, titubean en la sentencia.
¡Ay de quienes madrugan en busca de licores; y de quienes trasnochan hasta que el vino los enciende!
¡Venid, voy a traer vino, embriaguémonos de licor! Y ma ana será como hoy; las provisiones son inagotables.
En la fiesta de nuestro rey con el calor del vino los pr ncipes tienden la mano a los agitadores.
'No beberás vino ni bebida alguna embriagante, ni tú ni tus hijos, cuando hayáis de entrar en la tienda del encuentro, para que no muráis; es una ley perpetua para vuestras generaciones,
Ciertamente la riqueza enga a al hombre altivo e infatigable que dilata sus fauces como el seol y es insaciable como la muerte, que se apodera de todas las naciones y se adue a de todos los pueblos.
ni ladrones, ni avaros, ni borrachos, ni calumniadores, ni salteadores heredarán el reino de Dios.
envidias, borracheras, org as y otras cosas semejantes, acerca de las cuales os prevengo, como ya lo hice antes, que los que las practican no heredarán el reino de Dios.
Y no os embriagueis con vino, que lleva al desenfreno, sino dejaos llenar de Esp ritu,