he observado el mandato de sus labios, he guardado en mi pecho las palabras de su boca.
Proverbios 2:1 - Biblia Castilian 2003 Hijo m o, si recibes mis palabras y guardas para ti mis preceptos, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Biblia Nueva Traducción Viviente Hijo mío, presta atención a lo que digo y atesora mis mandatos. Biblia Católica (Latinoamericana) Acoge mis palabras, hijo mío, guarda mi enseñanza, La Biblia Textual 3a Edicion Hijo mío, si aceptas mis palabras, Y guardas mis mandamientos dentro de ti, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas para ti mis preceptos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos atesorares dentro de ti, |
he observado el mandato de sus labios, he guardado en mi pecho las palabras de su boca.
Ensé anos exacta la medida de los d as para que en nosotros penetre la sabidur a.
Quien observa la ley es hijo inteligente, quien anda con juerguistas deshonra a su padre.
Hijo m o, no olvides mis ense anzas y guarda mis preceptos en tu corazón,
Escuchad, hijos, la instrucción de un padre, estad atentos para adquirir prudencia,
Escucha, hijo m o, acoge mis palabras y se te prolongarán los a os de vida.
El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo. Un hombre lo encuentra y lo vuelve a esconder. Y se va lleno de alegr a, vende cuanto tiene y compra el campo aquel.
Mar a, por su parte, reten a todas estas cosas repensándolas en su corazón.
Bajó con ellos y regresó a Nazaret; y viv a bajo su autoridad. Pero su madre reten a cuidadosamente todas estas cosas en su corazón.
'Grabad bien en vuestros o dos las palabras que os voy a decir: el Hijo del hombre ha de ser entregado en manos de los hombres'.
Tampoco están en la otra punta del mar, para que se diga: '¿Quién pasará por nosotros al otro lado del mar para que nos los traiga y nos los dé a conocer y los pongamos por obra?'.
He aqu una afirmación digna de crédito y de plena aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero.