El perezoso mete la mano en el plato, y no es capaz de llevarla a la boca.
El perezoso mete su mano en el plato, Y ni aun a su boca la llevará.
Los perezosos toman la comida en la mano, pero ni siquiera se la llevan a la boca.
El flojo mete la mano en el plato, y luego no la lleva a la boca.
El perezoso mete la mano en el plato, Y le fatiga aun llevarla a su boca.
El perezoso esconde su mano en el seno; y ni aun a su boca la llevará.
¿Por qué retiras tú la mano y retienes tu diestra en el fondo del pecho?
La pereza no levanta caza; tesoro del hombre es la diligencia.
El camino del perezoso es seto de zarzas; la senda de los diligentes, camino real.
La pereza sumerge en el letargo, el indolente padece hambre.
Los deseos del perezoso son su muerte, porque sus manos se niegan a trabajar.
Pero él contestó: 'El que ha mojado con la mano en el plato conmigo, ése me va a entregar.
Pero él les respondió: 'Es uno de los Doce, el que moja conmigo en el [mismo] plato.