Jacob pasó all aquella noche. Luego tomó, de entre sus posesiones, presentes para su hermano Esaú:
Proverbios 17:8 - Biblia Castilian 2003 Talismán es la dádiva para quien la hace; dondequiera que va consigue el triunfo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica; Adondequiera que se vuelve, halla prosperidad. Biblia Nueva Traducción Viviente El soborno es como tener un amuleto de la suerte; ¡el que lo da, prospera! Biblia Católica (Latinoamericana) La gratificación, varita mágica para el que la usa, da resultados dondequiera que uno vaya. La Biblia Textual 3a Edicion El soborno le parece piedra mágica al que lo da: Consigue cuanto se propone. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Talismán es la dádiva para quien la hace; dondequiera que va consigue el triunfo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Piedra preciosa es el don a los ojos de quien lo posee; a dondequiera que se vuelve, prospera. |
Jacob pasó all aquella noche. Luego tomó, de entre sus posesiones, presentes para su hermano Esaú:
Le diréis: 'Precisamente tu siervo Jacob viene también tras de nosotros''. Pues se dec a: 'Le aplacaré con los regalos que me preceden. Después me presentaré ante él. Tal vez me dispense una buena acogida'.
Les dijo Israel, su padre: 'Si no hay más remedio, haced lo siguiente: Meted algunos de los productos del pa s en vuestros sacos, y llevad al hombre aquel como presente un poco de resina y un poco de miel, tragacanto y láudano, pistachos y almendras.
Los cauces de las aguas se descubren y las bases del mundo se desnudan ante tus amenazas, oh Yahveh, al resuello tremendo de tu enojo.
lo mismo que un esposo, abandona su cámara y exulta como un héroe, corriendo su camino.
No aceptarás regalos, porque los regalos ciegan hasta a los más clarividentes y pervierten las causas justas.
El malvado recibe dádivas ocultas para torcer los caminos de la justicia.
Las dádivas abren al hombre las puertas, le procuran acceso a los grandes.
Dádiva en secreto mitiga la cólera; regalo a escondidas, la ira violenta.
Tus pr ncipes son rebeldes, comparsas de ladrones, cada cual ama el soborno, anda a la caza de regalos. No defienden al huérfano, la causa de la viuda no llega a ellos.
Pues conozco vuestras muchas maldades y vuestros enormes pecados. Oprimen al justo, aceptan soborno y atropellan a los pobres en el tribunal.
para hacer el mal están prontas sus manos, por hacer el bien el pr ncipe exige paga, el juez juzga por recompensa, el grande sigue su propio capricho: todos tejen sus tramas.
No torcerás el juicio, no harás acepción de personas, ni admitirás regalos, porque los regalos ciegan los ojos de los sabios y falsean las palabras de los justos.
Recibió luego David de las manos de ella cuanto le hab a tra do y le dijo: 'Sube en paz a tu casa. Mira: he atendido a tu voz, y accedo a tu petición'.