No aceptarás regalos, porque los regalos ciegan hasta a los más clarividentes y pervierten las causas justas.
Proverbios 17:23 - Biblia Castilian 2003 El malvado recibe dádivas ocultas para torcer los caminos de la justicia. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El impío toma soborno del seno Para pervertir las sendas de la justicia. Biblia Nueva Traducción Viviente Los perversos aceptan sobornos a escondidas para pervertir el curso de la justicia. Biblia Católica (Latinoamericana) El malvado acepta regalos bajo cuerda para torcer la justicia. La Biblia Textual 3a Edicion El malvado recibe el soborno bajo cuerda, Para torcer el curso de la justicia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El malvado recibe dádivas ocultas para torcer los caminos de la justicia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El impío toma soborno del seno, para pervertir las sendas del derecho. |
No aceptarás regalos, porque los regalos ciegan hasta a los más clarividentes y pervierten las causas justas.
Talismán es la dádiva para quien la hace; dondequiera que va consigue el triunfo.
Las dádivas abren al hombre las puertas, le procuran acceso a los grandes.
Dádiva en secreto mitiga la cólera; regalo a escondidas, la ira violenta.
Tus pr ncipes son rebeldes, comparsas de ladrones, cada cual ama el soborno, anda a la caza de regalos. No defienden al huérfano, la causa de la viuda no llega a ellos.
de los que absuelven al culpable por soborno y quitan al inocente la razón!
En ti se acepta soborno para derramar sangre; exiges interés y usura; explotas a tus prójimos con violencia, y a m me olvidas' - oráculo del Se or Yahveh.'
Sus jefes, dentro de ella, son como lobos que desgarran la presa, derramando sangre y matando a las personas para hacer su negocio.
Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes ense an por lucro, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en Yahveh, diciendo: '¿No está Yahveh entre nosotros? ¡No nos sucederá nada malo!'.
Escuchad también esto, jefes de la casa de Jacob, gobernantes de la casa de Israel, vosotros que detestáis la justicia, que torcéis toda equidad,
para hacer el mal están prontas sus manos, por hacer el bien el pr ncipe exige paga, el juez juzga por recompensa, el grande sigue su propio capricho: todos tejen sus tramas.
No torcerás el juicio, no harás acepción de personas, ni admitirás regalos, porque los regalos ciegan los ojos de los sabios y falsean las palabras de los justos.
Aqu me tenéis. Atestiguad contra m ante Yahveh y ante su ungido. ¿A quién quité yo el buey o el asno? ¿A quién oprim ? ¿A quién perjudiqué? ¿De quién acepté soborno para cerrar los ojos? Estoy dispuesto a restituiros'.
Pero los hijos no siguieron los caminos de su padre, sino que se inclinaron a la avaricia, aceptaban regalos y torcieron la justicia.