Siguió el rey hasta Guilgal, acompa ado de Quinhán. Iba con el rey toda la gente de Judá y la mitad de la gente de Israel.
Proverbios 17:14 - Biblia Castilian 2003 Iniciar un pleito es soltar las aguas; mejor es retirarse que entablar el proceso. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas; Deja, pues, la contienda, antes que se enrede. Biblia Nueva Traducción Viviente Comenzar una pelea es como abrir las compuertas de una represa, así que detente antes de que estalle la disputa. Biblia Católica (Latinoamericana) Entablar un juicio es como abrir una represa; desístete antes que se dé curso a la demanda. La Biblia Textual 3a Edicion Suelta el chorro el que comienza una riña, Antes de enzarzarte, abandona la porfía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Iniciar un pleito es soltar las aguas; mejor es retirarse que entablar el proceso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El principio de la discordia es como cuando alguien suelta las aguas; deja, pues, la contienda, antes que se enmarañe. |
Siguió el rey hasta Guilgal, acompa ado de Quinhán. Iba con el rey toda la gente de Judá y la mitad de la gente de Israel.
As, Ab as y su gente les inflingieron una gran derrota, de suerte que cayeron muertos de Israel quinientos mil hombres escogidos.
Pues Pécaj, hijo de Remal as, mató en Judá, en un solo d a, a ciento veinte mil hombres, todos ellos guerreros valientes, porque hab an abandonado a Yahveh, Dios de sus padres.
El hombre paciente tiene gran prudencia, el irascible muestra su fatuidad.
Más vale saber sufrir que ser héroe, ser due o de s que conquistar una ciudad.
Quien ama las reyertas ama el pecado, quien se muestra altanero busca la ruina.
La sensatez hace al hombre paciente, tiene por honor disimular una falta.
Es honor para el hombre evitar las rencillas, pero el insensato se mete en ellas.
no te apresures a llevarlo a juicio, pues, ¿qué harás después si tu prójimo te confunde?
Carbón para el rescoldo y le a para el fuego: tal es el pendenciero para avivar disputas.
El hombre violento suscita la disputa, el hombre iracundo amontona pecados.
Si es posible, y en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
a que procuréis llevar una vida tranquila, a que os dediquéis a vuestros propios asuntos y a que trabajéis con vuestras propias manos, según las instrucciones que os dimos,