Se enojó el Faraón contra sus dos eunucos, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos,
Proverbios 16:14 - Biblia Castilian 2003 La cólera del rey es presagio de muerte, pero el hombre sabio la mitiga. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 La ira del rey es mensajero de muerte; Mas el hombre sabio la evitará. Biblia Nueva Traducción Viviente El enojo del rey es amenaza de muerte; el sabio tratará de aplacarlo. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡El enojo del rey es peligro de muerte! Pero un hombre sabio puede apaciguarlo. La Biblia Textual 3a Edicion La ira del rey es heraldo de muerte, Pero el hombre sensato logrará aplacarlo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La cólera del rey es presagio de muerte, pero el hombre sabio la mitiga. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La ira del rey es como mensajero de muerte; mas el hombre sabio la aplacará. |
Se enojó el Faraón contra sus dos eunucos, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos,
Entonces el rey, lleno de ira se levantó del banquete y se fue al jard n del palacio, mientras Amán se quedó all, para implorar por su vida ante la reina Ester, porque vio que, por parte del rey, estaba ya decidida su ruina.
El rey se complace en los labios justos y estima a quien habla con rectitud.
La luz en el rostro del rey es vida, su favor es como lluvia de primavera.
Como rugido de león es la ira del rey: quien lo provoca arriesga su vida.
Muchos buscan el favor del pr ncipe, pero es Yahveh quien pronuncia la sentencia.
Si la ira de quien manda se alza contra ti, no abandones tu puesto, porque la calma evita muchos errores.
y Daniel fue a solicitar al rey tiempo para darle a conocer la interpretación.
Inmediatamente mandó a un guardia con la orden de traer la cabeza de Juan. El guardia fue, lo decapitó en la cárcel,
Estaba muy irritado contra los tirios y los sidonios. Éstos, de común acuerdo, se presentaron ante él. Y habiéndose ganado a un tal Blasto, maestro de cámara del rey, solicitaban la paz, dado que su región depend a económicamente de la casa real.
Hacemos, pues, de embajadores en nombre de Cristo y es Dios el que por medio de nosotros os exhorta: 'En nombre de Cristo os lo pedimos: dejaos reconciliar con Dios'.