Aquel mismo d a llegaron los criados de Isaac y le informaron acerca del pozo que hab an cavado, diciéndole: 'Hemos encontrado agua'.
Proverbios 13:4 - Biblia Castilian 2003 El perezoso ambiciona, pero su deseo es vano; el deseo de los diligentes se ve cumplido. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada. Biblia Nueva Traducción Viviente Los perezosos ambicionan mucho y obtienen poco, pero los que trabajan con esmero prosperarán. Biblia Católica (Latinoamericana) Si uno se queda en el deseo, no pasa nada: son los activos los que engordan. La Biblia Textual 3a Edicion El alma del perezoso desea, y nada alcanza, Pero el alma del diligente será gratificada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El perezoso ambiciona, pero su deseo es vano; el deseo de los diligentes se ve cumplido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será engordada. |
Aquel mismo d a llegaron los criados de Isaac y le informaron acerca del pozo que hab an cavado, diciéndole: 'Hemos encontrado agua'.
Plantados en la casa del Se or, en los atrios de nuestro Dios florecerán.
Quien labra su campo se hartará de pan, quien persigue quimeras carece de juicio.
Los deseos del perezoso son su muerte, porque sus manos se niegan a trabajar.
Los proyectos del diligente prosperan; mas quien se precipita va a la ruina.
y he visto que todo eran ortigas, la maleza cubr a el terreno, la cerca se hab a derrumbado;
Feliz el hombre que me escucha vigilando a mis puertas cada d a, guardando los dinteles de mi entrada; (32b) felices los que guardan mis caminos.
'Ya me he quitado la túnica: ¿cómo volverla a vestir? Me he lavado los pies: ¿cómo volver a ensuciarlos?.'
Te guiará Yahveh continuamente y saciará en eriales tu apetito; rejuvenecerá tus huesos; y serás como jard n regado, como hontanar de aguas, cuya vena nunca falla.
¿Quién podrá calcular el polvo de Jacob? ¿Quién contará la arena de Israel? ¡Muera yo con la muerte de los justos! ¡Sea mi fin como el suyo!'.
No trabajéis por conseguir el alimento perecedero, sino el que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque éste es el que el Padre, Dios, ha marcado con su sello'.
Lo que deseamos es que cada uno de vosotros despliegue el mismo esfuerzo para realizar la esperanza hasta el final:
Volvieron luego a Josué y le dijeron: 'No hace falta que suba toda la tropa, que suban dos mil o tres mil hombres y ataquen Ay. No hay por qué fatigar a todo el ejército haciéndole subir hasta allá, pues aquéllos son pocos'.