Proverbios 12:5 - Biblia Castilian 2003 Los planes de los justos son rectitud; los proyectos de los malvados, enga o. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño. Biblia Nueva Traducción Viviente Los planes de los rectos son justos, pero el consejo de los perversos es traicionero. Biblia Católica (Latinoamericana) Los justos tratan de hacer el bien, los proyectos de los malos no son más que engaño. La Biblia Textual 3a Edicion Los pensamientos de los justos son rectitud, Pero los consejos de los impíos, engaño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los planes de los justos son rectitud; los proyectos de los malvados, engaño. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los pensamientos de los justos son rectos; mas los consejos de los impíos, son engañosos. |
Exam name, oh Dios, y reconoce mi interior, explórame y advierte mis desvelos.
El deseo de los justos tiende al bien; a los malvados les aguarda la cólera.
La mujer virtuosa es corona del marido; como carcoma en sus huesos es la procaz.
Las palabras de los malvados son trampa mortal, pero a los rectos los salva su boca.
Sabidur a del prudente es conocer su camino; la locura de los necios es un enga o.
Abandone el imp o su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelva a Yahveh, que se apiada de él, y a nuestro Dios, que perdona continuamente.
Limpia tu corazón de la maldad, Jerusalén, para que puedas salvarte. ¿Hasta cuándo se albergarán en tu interior tus malos pensamientos?
Guardaos bien unos de otros, y en ningún hermano confiéis; pues todo hermano pone zancadillas y todo amigo anda con calumnias.
convertir. ¡Opresión sobre opresión, enga o sobre enga o! Rehúsan conocer a Yahveh.
Entonces Herodes, furioso al verse burlado por los magos, envió a que mataran a todos los ni os que hab a en Belén y en toda su comarca menores de dos a os, conforme al tiempo que cuidadosamente hab a averiguado de los magos.
As, pues, no juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Se or. Él iluminará lo que las tinieblas ocultan y pondrá al descubierto los designios del corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merece.
Al contrario, hemos renunciado a los encubrimientos vergonzantes y no procedemos con astucia ni falseamos la palabra de Dios, sino que, por el contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a nosotros mismos ante toda conciencia humana en la presencia de Dios.