Toda la gente del pa s se llenó de júbilo y la ciudad quedó tranquila. A Atal a le hab an dado muerte a espada en el palacio real.
Proverbios 11:10 - Biblia Castilian 2003 En la dicha de los justos se goza la ciudad, en la ruina de los malvados se alegra. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta. Biblia Nueva Traducción Viviente Toda la ciudad festeja cuando el justo triunfa; grita de alegría cuando el perverso muere. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando les va bien a los justos la ciudad se alegra, cuando los malvados pierden, hay fiesta. La Biblia Textual 3a Edicion La ciudad festeja el éxito de los justos, Y cuando fracasan los impíos, canta de júbilo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En la dicha de los justos se goza la ciudad, en la ruina de los malvados se alegra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando le va bien al justo se regocija la ciudad; mas cuando los impíos perecen, hay fiesta. |
Toda la gente del pa s se llenó de júbilo y la ciudad quedó tranquila. A Atal a le hab an dado muerte a espada en el palacio real.
Al mirar, vio al rey de pie junto a la columna, a la entrada, rodeado de los jefes y de los trompeteros, y a toda la gente del pa s alborozada, mientras sonaban las trompetas y mientras los cantores, con instrumentos músicos, dirig an las aclamaciones. Entonces Atal a se rasgó las vestiduras y gritó: '¡Traición, traición!'.
Toda la gente del pa s se llenó de júbilo, y la ciudad quedó tranquila. A Atal a, ya le hab an dado muerte a espada.
Mar a les entonaba este estribillo: 'Cantad a Yahveh, pues se cubrió de gloria: caballos y jinetes precipitó en el mar'.
Por la bendición de los rectos prospera la ciudad, por la boca de los malvados se hunde.
Cuando triunfan los justos, hay gran gozo; cuando se alzan los malvados, todos se ocultan.
Cuando se alzan los malvados, todos se ocultan; cuando desaparecen, medran los justos.
Cuando abundan los justos, el pueblo se alegra; cuando domina un malvado, el pueblo gime.
Exultarán entonces por Babel cielo y tierra y cuanto hay en ellos, cuando vengan desde el norte los devastadores - oráculo de Yahveh -.
Perezcan as todos tus enemigos, oh Yahveh! ¡Y sean sus amigos como el salir del sol con todo su esplendor!'. Y el pa s quedó tranquilo durante cuarenta a os.