Proverbios 10:25 - Biblia Castilian 2003 La tormenta, cuando pasa, derriba al malvado; pero el justo tiene cimientos eternos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el justo permanece para siempre. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando lleguen las tormentas de la vida, arrasarán con los perversos; pero los justos tienen un cimiento eterno. Biblia Católica (Latinoamericana) Pasada la tormenta, el malo ha desaparecido, pero el justo permanece para siempre. La Biblia Textual 3a Edicion Cual pasa el torbellino, desaparece el malo, Pero el justo permanece para siempre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La tormenta, cuando pasa, derriba al malvado; pero el justo tiene cimientos eternos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; mas el justo está fundado para siempre. |
o son como paja que lleva el viento como tamo que arrastra el torbellino?
Canto gradual. Quien conf a en el Se or es como el monte Sión, que no vacila, que está firme por siempre.
que no da por usura su dinero y no acepta soborno en mal del inocente. Quien cumpliere estas cosas jamás perecerá.
Antes que vuestras ollas sientan el calor del espino, sea verde o quemado, lo lleve el huracán.
Pasen como la limaza, que se deshace en baba, o el aborto de mujer, que nunca vio el sol.
cuando os llegue como huracán el espanto y os venga como tormenta la desdicha, cuando os sorprenda la angustia y la opresión.
Los malvados se hunden y desaparecen, mientras subsiste la casa de los justos.
apenas plantados, apenas sembrados, apenas arraigado en la tierra su tallo, sopla sobre ellos y se secan, y el huracán los lleva como tamo.
Ahora yo también te digo que tú eres Pedro; sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Hades no podrán contra ella.
edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo Jesús,
atesorando as para s mismos un buen capital para el futuro, hasta lograr la auténtica vida.
Sin embargo, el sólido cimiento de Dios permanece firme y tiene sellada esta inscripción: El Se or conoce a los suyos; y esta otra: apártese de la maldad todo el que invoca el nombre del Se or.