he observado el mandato de sus labios, he guardado en mi pecho las palabras de su boca.
Proverbios 10:21 - Biblia Castilian 2003 Los labios del justo solazan a muchos; los necios mueren por falta de juicio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento. Biblia Nueva Traducción Viviente Las palabras del justo animan a muchos, pero a los necios los destruye su falta de sentido común. Biblia Católica (Latinoamericana) Muchos se alimentan de las palabras del justo, mientras que los insensatos mueren por su propia estupidez. La Biblia Textual 3a Edicion Los labios del justo nutren a muchos, Pero los necios mueren por falta de entendimiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los labios del justo solazan a muchos; los necios mueren por falta de juicio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los labios del justo alimentan a muchos; mas los necios mueren por falta de entendimiento. |
he observado el mandato de sus labios, he guardado en mi pecho las palabras de su boca.
La rebeld a de los simples es su muerte y la indolencia de los necios su perdición.
La boca del justo es fuente de vida; la boca de los malos encubre violencia.
Hay quien, hablando, hiere como espada; la lengua de los sabios es medicina.
Los labios de los sabios siembran la ciencia, no as el corazón de los necios.
¿Para qué sirve el dinero en manos del necio? ¿Para comprar sabidur a sin tener cordura?
y digas: '¡Cómo desprecié la instrucción! ¡Mi corazón desde ó los reproches,
Las palabras de los sabios son como aguijadas, y como estacas plantadas las de los autores de colecciones, ofrecidas por un solo pastor.
Por eso mi pueblo va al destierro por falta de atención: sus nobles, muertos de hambre; su plebe, abrasada de sed.
Aparec an tus palabras y yo las devoraba; tu palabra era mi gozo y la alegr a de mi corazón, pues sobre m se invocaba tu nombre, Yahveh, Dios Sebaot.
Os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con ciencia y prudencia.
Perece mi pueblo por falta de sabidur a. Porque tú has rechazado la sabidur a, yo te rechazaré de mi sacerdocio. Porque tú te has olvidado de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
El hombre bueno de su buen tesoro saca lo bueno; y el hombre malo de su mal tesoro saca lo malo.
Cuando alguien oye la palabra del reino sin profundizarla, viene el Malo y arrebata lo sembrado en su corazón; éste representa lo sembrado al borde del camino.
Y como no se dignaron retener el conocimiento verdadero de Dios, Dios los entregó a la reprobable mentalidad de realizar cosas nefandas:
apacentad el reba o de Dios que está entre vosotros, vigilando, no obligados por la fuerza, sino de buen grado, según Dios; y no por sórdida ganancia, sino con generosidad;