Oseas 9:15 - Biblia Castilian 2003 En Guilgal está toda su maldad: s; all los odié. Por la maldad de sus acciones los arrojaré de mi casa. No volveré a amarlos; todos sus jefes son rebeldes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales. Biblia Nueva Traducción Viviente Dice el Señor: «Toda su perversidad empezó en Gilgal; allí comencé a odiarlos. A causa de sus malas acciones, los sacaré de mi tierra. Ya no los amaré porque todos sus líderes son rebeldes. Biblia Católica (Latinoamericana) En Guilgal salió a relucir toda su maldad. Allí fue donde les tomé odio. Los echaré de mi Casa por todos sus crímenes; no les tendré más cariño, pues todos sus jefes son unos rebeldes. La Biblia Textual 3a Edicion Toda su maldad empezó en Gilgal,° Allí, pues, comencé a aborrecerlos, Por la maldad de sus hechos los arrojé de mi Casa, No volverán más a ser amados por mí, Todos sus príncipes son apóstatas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En Guilgal está toda su maldad: sí; allí los odié. Por la maldad de sus acciones los arrojaré de mi casa. No volveré a amarlos; todos sus jefes son rebeldes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales. |
Tus pr ncipes son rebeldes, comparsas de ladrones, cada cual ama el soborno, anda a la caza de regalos. No defienden al huérfano, la causa de la viuda no llega a ellos.
¿Qué busca mi amada en mi casa? Su modo de obrar es pura doblez. ¿Votos y carne consagrada apartarán de ti la desgracia, de modo que puedas regocijarte por ello?
Mi heredad fue para m como león en la selva: lanzó contra m su rugido, por eso la aborrec.
Pero Yahveh me dijo: Ni aunque Moisés y Samuel estuvieran ante m, se volver a mi alma hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que se vayan.
Ha visto que, precisamente porque la apóstata Israel hab a cometido adulterio, yo la desped, dándole el libelo de repudio, pero su pérfida hermana Judá no tuvo miedo, sino que también ella fue a prostituirse,
Iré, pues, a los grandes y les hablaré, porque éstos conocen el camino de Yahveh, el derecho de su Dios'. Pero son precisamente todos éstos quienes quebraron el yugo y rompieron las coyundas.
Sus jefes, dentro de ella, son como lobos que desgarran la presa, derramando sangre y matando a las personas para hacer su negocio.
Puesto que hab a revelado sus prostituciones y descubierto su desnudez, yo mismo me hastié de ella, como me hab a hastiado de su hermana.
Concibió ella de nuevo y dio a luz una hija. Yahveh le dijo a Oseas: 'Llámala 'No - compadecida', porque no volveré a compadecerme de la casa de Israel, ni la perdonaré más.
Y dijo Yahveh: 'Llámalo 'No - mi - pueblo', porque ni vosotros sois mi pueblo ni yo soy vuestro Dios'.
Hablaré a los profetas, multiplicaré las visiones, y por medio de los profetas hablaré en parábolas.
Efra n se apacienta de viento y persigue sin cesar al solano; mentira y violencia acumula, alianza con Asiria concluye, su aceite a Egipto transporta.
Porque durante mucho tiempo estarán los hijos de Israel sin rey y sin pr ncipe, sin sacrificio y sin estela, sin efod y sin terafim.
Si tú, Israel, te prostituyes, que al menos no sea culpable Judá. No vayáis a Guilgal, no subáis a Bet Avén, no juréis diciendo: '¡Por vida de Yahveh!'.
Será del sacerdote lo mismo que del pueblo: lo castigaré por su conducta y le pagaré según sus obras.
No consideran en su corazón que yo tengo presente su maldad: sus acciones los asedian, las tengo delante de mi rostro.
Mi Dios los rechazará porque no lo escucharon: andarán errantes entre las naciones.
No habitarán en la tierra de Yahveh: Efra n volverá a Egipto y en Asiria comerán manjar impuro.
Destruiré vuestros lugares altos, abatiré vuestras estelas solares, amontonaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros dolos, y mi alma sentirá hast o de vosotros.
Venid a Betel a pecar, a Guilgal para aumentar los pecados. Traed cada ma ana vuestras v ctimas, cada tres d as vuestros diezmos.
Pero no busquéis a Betel, ni vayáis a Guilgal, ni paséis a Berseba, porque Guilgal será deportada y Betel reducida a la nada.
Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes ense an por lucro, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en Yahveh, diciendo: '¿No está Yahveh entre nosotros? ¡No nos sucederá nada malo!'.
Recuerda, pueblo m o, lo que hab a tramado Balac, rey de Moab, lo que le respondió Balaán, hijo de Beor, y lo que sucedió desde Sit n hasta Guilgal, para que reconozcas las haza as de Yahveh'.
Los pr ncipes que la habitan son leones rugientes; sus jueces son lobos de la noche que nada dejan por roer para ma ana.
En el plazo de un mes desped a tres pastores; pero perd la paciencia con las ovejas, y ellas también se cansaron de m.
Porque en verdad se confabularon en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato con los gentiles y las tribus de Israel,
O do esto, entraron en el templo muy de ma ana y se pusieron a ense ar. Llegó el sumo sacerdote con los suyos, convocaron al sanedr n y a todo el senado de ancianos de los israelitas y ordenaron que los trajeran de la cárcel.
Todos los a os hac a un recorrido por Betel, Guilgal y Mispá, y administraba en todos estos lugares justicia a Israel.