y que siete espigas vanas, delgadas y abrasadas por el viento del este brotaban tras de aquéllas.
Oseas 8:7 - Biblia Castilian 2003 Siembran vientos, recogerán tempestades. El trigo no tiene espiga, no produce harina; y si la produjera, los extra os se la tragar an. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán. Biblia Nueva Traducción Viviente »Sembraron vientos y cosecharán torbellinos. Los tallos de grano se marchitan y no producen nada para comer. Y aun si hubiera grano, lo comerían los extranjeros. Biblia Católica (Latinoamericana) Como siembran vientos, cosecharán tempestades. Su trigo no echará espigas, la espiga no dará harina; y si llega a dar algo, se la comerán los extranjeros. La Biblia Textual 3a Edicion Sembraron viento y cosecharán tempestades, La mies no se logrará, ni la espiga producirá harina,° Y si acaso la produce, la engullirán los extraños. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Siembran vientos, recogerán tempestades. El trigo no tiene espiga, no produce harina; y si la produjera, los extraños se la tragarían. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque sembraron viento, torbellino segarán; no tendrán mies, y la espiga no dará harina, y si la diere, extraños la tragarán. |
y que siete espigas vanas, delgadas y abrasadas por el viento del este brotaban tras de aquéllas.
Pul, rey de Asiria, invadió el pa s, y Menajén le entregó mil talentos de plata para que le ayudara y as pudiera él afianzar el trono en sus manos.
En los d as de Pécaj, rey de Israel, llegó Teglatfalasar, rey de Asiria, se apoderó de Iyón, Abel Bet Maacá, Yanóaj, Cades, Jasor, Galaad y Galilea, o sea, de toda la región de Neftal, y deportó a sus habitantes a Asiria.
Yo lo he visto: los que cultivan el mal y siembran la miseria, recogen sus frutos.
Quien siembra injusticia cosecha miseria, la vara pondrá fin a su orgullo.
Todos sus d as discurren en oscuridad y tristeza, entre grandes dolores, enfermedades y disgustos.
el d a en que las plantas germinan, por la ma ana florece tu semilla: pero se perderá la cosecha el d a de la angustia y del dolor incurable.
¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta, y vuestra ganancia en lo que no sacia? Escuchadme bien y comeréis lo bueno, se deleitará vuestro paladar en manjares sustanciosos.
Pues mirad que Yahveh avanza en el fuego y sus carros como el torbellino, para desfogar con furor su ira y su indignación con llamas de fuego.
Sembraron trigo y recogieron espinas, se han agotado sin provecho. Avergonzados están de sus cosechas, a causa de la ira furibunda de Yahveh.
Seguirá a sus amantes y no los alcanzará; los buscará y no los hallará. Entonces dirá: 'Volveré a mi primer marido, porque entonces me iba mejor que ahora'.
Extranjeros devoran su fuerza, y él no se da cuenta. Sus cabellos encanecen, y él no se da cuenta.
Efra n está herido, su ra z se seca, no dará más fruto. Aunque den a luz, yo mataré los tesoros de su vientre.
Yahveh es paciente y también omnipotente. Yahveh no deja impune al culpable. Tempestad y huracán son su camino, Bet las nubes son el polvo de sus pasos.
sembrasteis mucho y recogisteis poco; comisteis y no os hartasteis, bebisteis y no os saciasteis; os vestisteis y no os calentasteis, y el jornalero echó su jornal en bolsa rota'.
No os enga éis: de Dios nadie se burla. Lo que cada uno siembra, eso mismo cosechará.
El que siembra para su propia carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Esp ritu, del Esp ritu cosechará vida eterna.
Un pueblo que no conoces comerá el fruto de tu suelo y todos tus productos. Serás siempre oprimido y maltratado.