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Oseas 7:5 - Biblia Castilian 2003

En la fiesta de nuestro rey con el calor del vino los pr ncipes tienden la mano a los agitadores.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

En el día de nuestro rey los príncipes lo hicieron enfermar con copas de vino; extendió su mano con los escarnecedores.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Durante una fiesta del rey, los príncipes se emborrachan con vino y se entregan a la juerga con los que se burlan de ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El día del rey los jefes se calientan y se embriagan, y él tiende su mano a los que se ríen

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La Biblia Textual 3a Edicion

En el día° de nuestro rey, al calor del vino, Los príncipes lo contaminaron,° Y él extendió su mano a los escarnecedores,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En la fiesta de nuestro rey con el calor del vino los príncipes tienden la mano a los agitadores.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En el día de nuestro rey los príncipes lo hicieron enfermar con vasos de vino; extendió su mano con los escarnecedores.

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Lòt tradiksyon



Oseas 7:5
20 Referans Kwoze  

Sucedió, pues, que al tercer d a, el del cumplea os del Faraón, preparó éste un banquete para todos sus servidores y levantó la cabeza del jefe de los coperos y del jefe de los panaderos.


Al o r el rey Jeroboán lo que el varón de Dios gritaba contra el altar de Betel, extendió su mano desde encima del altar y dijo: '¡Prendedlo!'. Pero se le secó la mano que hab a extendido contra él y no pudo volverla hacia s.


Dichoso el hombre que no sigue el consejo del imp o, ni en el camino del errado se detiene, ni en la reunión de los malvados toma asiento,


si me visto de saco, me convierto en su refrán.


Trata con sabios y serás sabio; quien con necios anda, mal acaba.


El vino es insolente; el licor, pendenciero; quien a ellos se entrega no es sabio.


¡Ay de la orgullosa corona de los ebrios de Efra n, y de la flor marchita de su espléndido atav o, que está en la cima del valle ubérrimo de los derribados por el vino!


O d la palabra de Yahveh, hombres fanfarrones, gobernantes de este pueblo de Jerusalén:


Te has alzado contra el Se or del cielo; has hecho que te trajeran los vasos de su casa, y habéis bebido vino en ellos tú y tus magnates, tus mujeres y tus concubinas; has venerado a los dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, y no has glorificado al Dios que tiene en su mano tu hálito vital y todos tus caminos.


Saludan al rey con lisonjas, y a los pr ncipes con mentiras.


Pero en el cumplea os de Herodes, salió a bailar la hija de Herod as delante de todos; y le agradó tanto a Herodes,


Pero llegó el momento oportuno cuando Herodes, en su cumplea os, dio un banquete a los grandes de su corte, a los jefes militares y a los principales personajes de Galilea.


Y no os embriagueis con vino, que lleva al desenfreno, sino dejaos llenar de Esp ritu,