Pul, rey de Asiria, invadió el pa s, y Menajén le entregó mil talentos de plata para que le ayudara y as pudiera él afianzar el trono en sus manos.
Oseas 7:11 - Biblia Castilian 2003 Efra n es como una paloma incauta y sin seso: acuden a Egipto, llaman a Asiria. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Efraín fue como paloma incauta, sin entendimiento; llamarán a Egipto, acudirán a Asiria. Biblia Nueva Traducción Viviente »El pueblo de Israel se ha vuelto como palomas, necias y tontas; primero clama a Egipto en busca de ayuda y luego vuela a Asiria. Biblia Católica (Latinoamericana) Efraím es como una paloma tonta y sin juicio, pues o bien llaman a Egipto, o bien parten a Asiria. La Biblia Textual 3a Edicion Efraín es una paloma ingenua y atolondrada,° Claman a Egipto, acuden a Asiria; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Efraín es como una paloma incauta y sin seso: acuden a Egipto, llaman a Asiria. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Efraín es como paloma incauta, sin entendimiento; llama a Egipto, acude a Asiria. |
Pul, rey de Asiria, invadió el pa s, y Menajén le entregó mil talentos de plata para que le ayudara y as pudiera él afianzar el trono en sus manos.
Ajaz envió mensajeros a Teglatfalasar, rey de Asiria, para decirle: 'Soy tu siervo y tu hijo: sube y sálvame de las manos del rey de Aram y de las manos del rey de Israel, que se han levantado contra m '.
Quien rechaza la instrucción desprecia su vida, quien escucha la reprensión se hace sensato.
¿Para qué sirve el dinero en manos del necio? ¿Para comprar sabidur a sin tener cordura?
Y ahora, ¿a qué tienes tú que ir a Egipto a beber las aguas del Nilo? y, ¿a qué tienes que ir a Asiria a beber las aguas del R o?
¡Qué a la ligera tomas el cambiar tu camino! También de Egipto tendrás que avergonzarte, como de Asiria quedaste avergonzada.
Vendrán desde Egipto temblando como pájaros, como palomas desde el pa s de Asiria; y yo los haré habitar en sus casas - oráculo de Yahveh -.
Efra n me rodea de mentira, y de enga o la casa de Israel. Pero Judá está aún con Dios y es fiel al Santo.
Efra n se apacienta de viento y persigue sin cesar al solano; mentira y violencia acumula, alianza con Asiria concluye, su aceite a Egipto transporta.
Llevad preparadas las palabras y volved a Yahveh. Decidle: 'Perdona toda iniquidad, para que recibamos tus bienes, y te ofrezcamos el fruto de nuestros labios.
Perece mi pueblo por falta de sabidur a. Porque tú has rechazado la sabidur a, yo te rechazaré de mi sacerdocio. Porque tú te has olvidado de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Cuando Efra n vio su enfermedad y Judá su llaga, Efra n acudió a Asiria y Judá al rey de Yareb; pero él no podrá sanaros ni curará vuestra llaga.
No les permiten sus obras convertirse a su Dios, pues hay dentro de ellos esp ritu de prostitución y no conocen a Yahveh.
Aunque inmolen sacrificios sangrientos, sacrifican carne y se la coman, Yahveh no se complace en ellos. Recordará su iniquidad y castigará sus pecados. Tendrán que volver a Egipto.
No habitarán en la tierra de Yahveh: Efra n volverá a Egipto y en Asiria comerán manjar impuro.
Se evaden de la devastación, pero Egipto los recoge y Menfis los sepulta. Sus tesoros de plata los heredará la ortiga; cardos crecerán en sus tiendas.
Hasta la frontera te han expulsado tus aliados, tus amigos te enga an y te dominan los que com an tu pan te ponen trampas. ¡No hay en Edom entendimiento!
Mirad que os env o como ovejas en medio de lobos; sed, por tanto, cautelosos como serpientes y sencillos como palomas.