Yahveh, Dios nuestro, todo este cúmulo de cosas que hemos preparado para edificar una casa a tu santo nombre, de tu mano procede y a ti te pertenece.
Oseas 2:8 - Biblia Castilian 2003 Por eso, aqu estoy yo para cerrar su camino con espinos; la cercaré con setos, para que no encuentre sus senderos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal. Biblia Nueva Traducción Viviente Ella no se da cuenta de que fui yo quien le dio todo lo que tiene: grano, vino nuevo y aceite de oliva; hasta le di plata y oro. Pero ella le ofreció todos mis regalos a Baal. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, voy a impedir su paso con espinos,
y a cercarla con una cerca
para que no encuentre ya caminos. La Biblia Textual 3a Edicion Ella no entendía que era Yo quien le daba El grano, el mosto° y el aceite,° Quien le multiplicaba la plata y el oro, que usan para Baal. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, aquí estoy yo para cerrar su camino con espinos; la cercaré con setos, para que no encuentre sus senderos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que les multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal. |
Yahveh, Dios nuestro, todo este cúmulo de cosas que hemos preparado para edificar una casa a tu santo nombre, de tu mano procede y a ti te pertenece.
Conoce el buey a su due o y el asno el pesebre de su amo; Israel no conoce, mi pueblo no entiende.
Los que malgastan el oro de la bolsa y la plata en la balanza sopesan, contratan a un orfebre que haga con ello un dios, ante él se inclinan, se postran,
Los hijos amontonan la le a, los padres encienden el fuego y las mujeres amasan la pasta para hacer pasteles en honor de la Reina del Cielo y ofrecen libaciones a otros dioses, para ofenderme.
te reclinaste en un suntuoso diván, aderezaste una mesa y sobre ella pusiste mi incienso y mi perfume.
El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro de sesenta codos de altura por seis codos de anchura y la erigió en la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia.
Te has alzado contra el Se or del cielo; has hecho que te trajeran los vasos de su casa, y habéis bebido vino en ellos tú y tus magnates, tus mujeres y tus concubinas; has venerado a los dioses de plata y de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, y no has glorificado al Dios que tiene en su mano tu hálito vital y todos tus caminos.
Israel era vi a frondosa que daba fruto; cuanto más abundante era su fruto, tanto más multiplicaba los altares; cuanto más fecunda era su tierra más ricas estelas constru a.
Cuando hablaba Efra n, infund a temor, era jefe en Israel; pero se hizo culpable por Baal y murió.
Ahora continúan pecando, se funden imágenes de plata, se inventan dolos, obras de simple artesan a. Les sacrifican corderos. ¡Hombres dan besos a becerros!
si no, la despojaré y la desnudaré, la dejaré como el d a en que nació, la convertiré en desierto, la reduciré a tierra árida, y la mataré de sed;
Entronizaron reyes sin contar conmigo, pusieron pr ncipes sin saberlo yo. Con su plata y con su oro se hicieron dolos para su perdición.
ofrece sacrificios a su red quema incienso a su nasa, pues por ellas es pingüe su porción y suculenta su comida.
No muchos d as después, el hijo más joven lo reunió todo, se fue a un pa s lejano y all despilfarró su hacienda, llevando una vida licenciosa.
Y como no se dignaron retener el conocimiento verdadero de Dios, Dios los entregó a la reprobable mentalidad de realizar cosas nefandas:
Acuérdate de Yahveh, tu Dios, que fue quien te dio fuerza para procurarte riqueza, a fin de establecer la alianza que bajo juramento prometió a tus padres, como en el presente se ve.
Salieron, pues, éstos a la campi a, vendimiaron sus vi as, pisaron las uvas, organizaron gran fiesta y entraron en el templo de su dios; y mientras com an y beb an, maldec an a Abimélec.