despreciarás la sequ a y el hielo, miedo no tendrás de las bestias salvajes.
Oseas 2:18 - Biblia Castilian 2003 En aquel d a - oráculo de Yahveh - me llamará: 'Esposo m o', y no me llamará más: 'Baal m o'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese día haré un pacto con todos los animales salvajes, las aves de los cielos y los animales que corren sobre la tierra, para que no te hagan daño. Quitaré de la tierra todas las armas de guerra, todas las espadas y todos los arcos, para que puedas vivir sin temor, en paz y seguridad. Biblia Católica (Latinoamericana) Aquel día, dice Yavé,
ya no me llamarás más 'Señor mío',
sino que me dirás 'Marido mío'. La Biblia Textual 3a Edicion Pactaré a favor de ellos un pacto con las bestias salvajes, Con las aves de los cielos y con los reptiles de la tierra; Romperé el arco, la espada y las batallas de la tierra, Y haré que reposen seguros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En aquel día -oráculo de Yahveh- me llamará: 'Esposo mío', y no me llamará más: 'Baal mío'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y en aquel tiempo haré por ellos un pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra; y quebraré arco y espada y la batalla de la tierra, y los haré dormir seguros. |
despreciarás la sequ a y el hielo, miedo no tendrás de las bestias salvajes.
Con las piedras del campo mantendrás un pacto, y las fieras estarán en paz contigo.
Sobre los frescos pastos me lleva a descansar, y a las aguas tranquilas me conduce.
Venid y contemplad las obras del Se or, el que siembra estupor sobre la tierra.
Los ojos altivos del hombre serán abajados, la altaner a de los humanos será abatida, y sólo Yahveh será ensalzado en aquel d a.
La altivez del hombre será doblegada, la altaner a de los humanos será abatida, y sólo Yahveh será ensalzado en aquel d a.
Él juzgará las naciones y será el árbitro de pueblos numerosos. De sus espadas forjarán azadones y hoces de sus lanzas. No alzará la espada nación contra nación ni se adiestrarán más en la guerra.
Aquel d a se cantará esta canción en la tierra de Judá: 'Ciudad fuerte la nuestra; para salvarla le han puesto murallas y antemuros.
Habitará mi pueblo en mansión pac fica en moradas seguras, en residencias tranquilas.
Porque esposo tuyo será tu creador, Yahveh Sebaot es su nombre; y tu redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra se llama.
El lobo y el cordero juntos pastarán, y el león, como el buey, comerá paja. En cuanto a la serpiente, su pan será el polvo. No harán mal ni harán da o en toda mi santa monta a' - dice Yahveh -.
En sus d as se salvará Judá, e Israel morará seguro. Éste es el nombre con que lo llamarán: 'Yahveh, nuestra justicia'.
No temas, siervo m o, Jacob - oráculo de Yahveh -, no tengas miedo, Israel, pues voy a salvarte del pa s lejano, y a tu estirpe del pa s de su cautiverio. Volverá Jacob y reposará, descansará sin que nadie le moleste.
En aquellos d as se salvará Judá, y Jerusalén morará segura. Y éste es el nombre con que se la llamará: 'Yahveh, nuestra justicia'.
Haré con ellas una alianza de paz, y acabaré con los animales salvajes del pa s. Morarán seguras en el desierto y dormirán en los bosques.
'Tú, pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog. Dirás: 'As dice el Se or Yahveh: aqu estoy contra ti, Gog, jefe supremo de Mésec y Túbal.
Aquel d a sus pies se posarán en el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén, al oriente, y el monte de los Olivos se hendirá por el centro hacia oriente y hacia occidente, formando un valle inmenso: la mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.
Y Yahveh será rey sobre toda la tierra. Aquel d a Yahveh será único, y único será su nombre.
En aquel d a - oráculo de Yahveh Sebaot - os invitaréis unos a otros bajo la parra y bajo la higuera'.
Destruirá de Efra n los carros, y de Jerusalén los caballos; quebrará los arcos de guerra, anunciará a las naciones la paz. De mar a mar se extenderán sus dominios, desde el R o hasta los confines de la tierra.