Su alma se prendó de Dina, hija de Jacob, se enamoró de la joven y se esforzó por conseguir su afecto.
Oseas 2:16 - Biblia Castilian 2003 Pero ahora yo la voy a seducir: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Biblia Nueva Traducción Viviente Al llegar ese día —dice el Señor—, me llamarás “esposo mío” en vez de “mi señor”. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, ahora la voy a conquistar,
la llevaré al desierto y allí le hablaré a su corazón. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucederá en aquel día, dice YHVH, Tú me llamarás ’Ishí,° y ya no me llamarás Ba’alí,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ahora yo la voy a seducir: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y será que en aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. |
Su alma se prendó de Dina, hija de Jacob, se enamoró de la joven y se esforzó por conseguir su afecto.
Hablad al corazón de Jerusalén y proclamadle que se ha cumplido su servicio, que se ha pagado su deuda, que ha recibido de la mano de Yahveh el doble del castigo por todos sus pecados.
Porque esposo tuyo será tu creador, Yahveh Sebaot es su nombre; y tu redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra se llama.
Volved, hijos rebeldes - oráculo de Yahveh -, pues yo soy vuestro due o, y os tomaré: a uno de una ciudad y a dos de una familia, y os llevaré a Sión.
os llevaré al desierto de los pueblos y me presentaré en juicio contra vosotros cara a cara.
Porque su madre se prostituyó, se deshonró la que los concibió. Ella dec a: 'Me iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino mi aceite y mis bebidas'.
Es el novio el que tiene a la novia; pero el amigo del novio, que está con él y lo oye, se llena de alegr a al o r su voz. Pues bien, esta alegr a m a se ha cumplido ya.
Estoy celoso de vosotros con celo de Dios, porque os desposé con un solo marido para presentaros, como virgen pura, a Cristo.
Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Luego su marido se puso en camino y se fue tras ella, para tratar de convencerla y hacerla volver. Llevaba consigo un criado y un par de asnos. Ella le hizo entrar en la casa de su padre; al verle, el padre de la joven se alegró por el encuentro.
Ella le dijo a su vez: 'Halle yo favor a tus ojos, se or m o, ya que me has consolado y has hablado al corazón de tu sierva, a pesar de no ser yo ni siquiera una de tus criadas'.