te bendeciré copiosamente y multiplicaré tu posteridad como las estrellas del cielo y como la arena de las orillas del mar; tu descendencia se adue ará de las ciudades de sus enemigos.
Oseas 2:1 - Biblia Castilian 2003 Será el número de los hijos de Israel como la arena del mar que no puede medirse ni contarse. Y en vez de llamarlos: 'No - mi - pueblo', se les llamará: 'Hijos - del - Dios - vivo'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama. Biblia Nueva Traducción Viviente »En ese día, llamarán a sus hermanos Ammi —“mi pueblo”— y a sus hermanas llamarán Ruhama: “las que yo amo”. Biblia Católica (Latinoamericana) Y los hijos de Israel serán tan numerosos como la arena del mar, que no pueden contarse ni medirse. Entonces, en vez de decirles: 'Ustedes no son mi pueblo', les dirán:' La Biblia Textual 3a Edicion ¡Llamad pues a vuestros hermanos Ammi,° y a vuestras hermanas Ruhama!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Será el número de los hijos de Israel como la arena del mar que no puede medirse ni contarse. Y en vez de llamarlos: 'No-mi-pueblo', se les llamará: 'Hijos-del-Dios-vivo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Decid a vuestros hermanos, Ammi, y a vuestras hermanas, Ruhama: |
te bendeciré copiosamente y multiplicaré tu posteridad como las estrellas del cielo y como la arena de las orillas del mar; tu descendencia se adue ará de las ciudades de sus enemigos.
Ésta será la alianza que sellaré con la casa de Israel, después de aquellos d as - oráculo de Yahveh -: Pongo mi ley en su interior y la escribo en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
(5b) porque su pa s está lleno de culpa ante el Santo de Israel. (5a) Pues Israel y Judá no están viudas de su Dios, Yahveh Sebaot'.
para que obren según mis leyes, guarden mis normas y las practiquen y as sean mi pueblo y yo seré su Dios.
Multiplicaré en vosotras hombres y animales: serán muchos y fecundos; haré que seáis habitadas como en los tiempos antiguos, os trataré mejor que en vuestros comienzos y sabréis que yo soy Yahveh.
Residiréis en el pa s que di a vuestros padres, y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
Se reunirán los hijos de Judá con los hijos de Israel; se darán un jefe único y se desbordarán del pa s, porque será grande el d a de Yizreel.
Aquel d a responderé - oráculo de Yahveh -, responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra;
Meteré ese tercio en el fuego: los purificaré como se purifica la plata y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo lo escucharé y diré: 'Éste es mi pueblo'. Y él dirá: 'Yahveh es mi Dios'.'
Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo.
a m, que antes fui blasfemo, perseguidor y ultrajador. Sin embargo, fui tratado con misericordia, porque actué con ignorancia, cuando aún no ten a fe;
Los que en un tiempo erais 'no pueblo', ahora sois pueblo de Dios; los que erais 'no compadecidos', ahora sois los compadecidos.