Después salió su hermano, con la mano asida al talón de Esaú, y le llamaron Jacob. Era Isaac de sesenta a os cuando nacieron.
Oseas 12:4 - Biblia Castilian 2003 En el seno materno suplantó a su hermano, y en su edad viril peleó con Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Sí, luchó con el ángel y venció. Lloró y clamó para que lo bendijera. Allá en Betel se encontró cara a cara con Dios, y Dios habló con él, Biblia Católica (Latinoamericana) Ya en el seno materno suplantó a su hermano y, cuando era hombre, peleó con Dios. Luchó con el ángel, lo venció. La Biblia Textual 3a Edicion Luchó con el ángel y prevaleció; lloró, y alcanzó misericordia. En Bet-’El lo encontró, y allí habló con nosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En el seno materno suplantó a su hermano, y en su edad viril peleó con Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sí, luchó con el Ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; le encontró en Betel, y allí habló con nosotros. |
Después salió su hermano, con la mano asida al talón de Esaú, y le llamaron Jacob. Era Isaac de sesenta a os cuando nacieron.
Los tomó, pues, y les hizo pasar el torrente. Luego hizo pasar todo cuanto pose a.
Jacob se quedó solo. Después, un hombre estuvo luchando con él hasta rayar el alba;
pero viendo que no pod a dominarle, le tocó en la articulación del muslo. Entonces la articulación del muslo de Jacob se dislocó mientras luchaba contra él.
Y él le dijo: 'Ya no te llamarán más Jacob, sino Israel; pues has luchado con Dios como con hombres y has prevalecido'.
Después bendijo a José diciendo: 'El Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta hoy,
Trocó el mar en tierra seca y pudieron pasar el r o a pie: all tenemos en él nosotros gozo.
en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él en persona los salvó. Por su amor y su piedad, él mismo los redimió, los levantó y los llevó todos los d as de anta o.
He aqu que yo env o a mi mensajero, para que prepare el camino delante de m. Muy pronto vendrá a su templo el Se or a quien buscáis, el Ángel de la alianza que deseáis. Mirad que ya llega - dice Yahveh Sebaot -.
después nosotros, los que vivimos, los supervivientes, seremos arrebatados juntamente con ellos entre nubes, por el aire, al encuentro del Se or. Y as estaremos siempre con el Se or.
Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.