Con sus obras se hicieron repugnantes y con sus supersticiones, fornicarios.
Oseas 11:6 - Biblia Castilian 2003 Llegará la espada a sus ciudades, descerrajará sus cerrojos, los devorará por sus ama os. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos. Biblia Nueva Traducción Viviente La guerra, como un torbellino, pasará por sus ciudades; los enemigos derribarán sus puertas. Los destruirán, atrapándolos en sus propios planes malignos. Biblia Católica (Latinoamericana) La espada arrasará sus ciudades, exterminará a sus hijos y se saciará con sus fortalezas. La Biblia Textual 3a Edicion La espada gravitará en sus ciudades, Y el fuego consumirá las barras de sus puertas, Porque siguieron sus propios consejos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llegará la espada a sus ciudades, descerrajará sus cerrojos, los devorará por sus amaños. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos. |
Con sus obras se hicieron repugnantes y con sus supersticiones, fornicarios.
Muchas veces los libró, mas ellos, obstinados en sus miras, se hundieron más y más en la maldad.
Porque, antes de la vendimia, pasada la floración, cuando el agraz comienza a madurar, cortará los zarcillos con la podadera, quitará y arrojará los sarmientos.
La ciudad fortificada es desolación, morada dejada, abandonada como un desierto. All pastará el novillo, all sesteará y destruirá sus frondas.
¡Ay de los hijos rebeldes - oráculo de Yahveh -, que hacen un plan pero no de mi parte, que firman un pacto pero no de mi agrado, a adiendo as pecado a pecado!
El anciano y el noble son la cabeza; el profeta, maestro de mentira, la cola.
Devorará tu cosecha y tu pan. Devorarán a tus hijos y a tus hijas. Devorará tu reba o y tu vacada, devorará tu vi a y tu higuera; desmantelará con la espada tus plazas fuertes en las que conf as.
¡Espada sobre los caldeos - oráculo de Yahveh -, sobre los moradores de Babel, sobre sus jefes y sus sabios!
Se hundieron en tierra sus puertas; Tet Él rompió y quebró sus cerrojos. Su rey y sus pr ncipes están entre gentiles; ya no hay ley. Tampoco sus profetas reciben visión de Yahveh.
surgirá un tumulto en tu pueblo: todas tus fortalezas serán destruidas, como Salmán destruyó a Bet Arbel en el d a del combate, cuando la madre fue estrellada con los hijos.
También él será llevado a Asiria como tributo para el rey de Yareb. Efra n se cubrirá de ignominia, vergüenza por su desvar o sentirá Israel.
Si como novilla indómita se ha hecho indómito Israel, ¿los pastoreará ahora Yahveh como a un cordero en libertad?
Traeré sobre vosotros la espada, la espada que vengará mi alianza. Buscaréis refugio en vuestras ciudades, pero yo enviaré la peste en medio de vosotros y os entregaréis a vuestros enemigos.
Convertiré vuestras ciudades en montones de ruinas, derribaré vuestros santuarios y no aspiraré ya más vuestros aromas calmantes.
A vosotros os dispersaré entre las naciones y desenvainaré la espada detrás de vosotros. Vuestro pa s será arrasado y vuestras ciudades reducidas a escombros.
El Se or Yahveh lo jura por s mismo - oráculo de Yahveh, Dios Sebaot -: 'Aborrezco el orgullo de Jacob, detesto sus palacios; entregaré la ciudad y cuanto hay en ella'.
Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que, en todo tu pa s, se derrumben las murallas más altas y mejor fortificadas, en las que tú confiabas; que te asediará en todas tus ciudades, en toda la tierra que Yahveh, tu Dios, te ha dado.
Allá fuera, la espada los privará de hijos, y allá dentro reinará el espanto tanto en el joven como en la doncella, en el ni o de pecho igual que en el anciano.