parad vuestra atención en sus murallas, recorred sus castillos, para poder contar a las generaciones venideras
Números 9:20 - Biblia Castilian 2003 Otras veces suced a que la nube estaba pocos d as sobre la tienda; y entonces ellos a la orden de Yahveh acampaban y a la orden de Yahveh se pon an en marcha. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días, al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían. Biblia Nueva Traducción Viviente Algunas veces la nube se detenía por pocos días sobre el tabernáculo; entonces el pueblo se quedaba por pocos días, como el Señor ordenaba. Luego, por orden del Señor, levantaban el campamento y se ponían en marcha. Biblia Católica (Latinoamericana) Lo mismo si la nube se detenía sólo algunos días sobre la Morada: a la orden de Yavé levantaban el campamento, y a la orden de Yavé acampaban. La Biblia Textual 3a Edicion Otras veces la nube permanecía sobre el Tabernáculo cierto número de días. Al mandato de YHVH acampaban, y al mandato de YHVH partían. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Otras veces sucedía que la nube estaba pocos días sobre la tienda; y entonces ellos a la orden de Yahveh acampaban y a la orden de Yahveh se ponían en marcha. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando sucedía que la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días, al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían. |
parad vuestra atención en sus murallas, recorred sus castillos, para poder contar a las generaciones venideras
Fue ésta la primera vez que levantaron el campamento por orden de Yahveh, transmitida por Moisés.
A la orden de Yahveh part an los israelitas, y a la orden de Yahveh acampaban; y todo el tiempo que la nube estaba posada sobre la tienda permanec an acampados.
Cuando la nube se deten a por mucho tiempo sobre la tienda, los israelitas, fieles a las prescripciones de Yahveh, no se mov an.
Otras veces la nube se deten a sólo desde la tarde hasta la ma ana; y cuando la nube se alzaba por la ma ana, ellos part an. Si se levantaba después de haberse detenido un d a y una noche, emprend an la marcha.
No tiembles ante ellos, porque en medio de ti está Yahveh, tu Dios, el Dios grande y terrible.