Pujante en el pa s es su linaje, Gu mel pues la estirpe del justo es bendecida. Dálet
Números 7:62 - Biblia Castilian 2003 una cuchara de oro de diez siclos llena de incienso; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; Biblia Nueva Traducción Viviente También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso. Biblia Católica (Latinoamericana) una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso, La Biblia Textual 3a Edicion un recipiente de oro de diez siclos, lleno de incienso, Biblia Serafín de Ausejo 1975 una cuchara de oro de diez siclos llena de incienso; Biblia Reina Valera Gómez (2023) una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; |
Pujante en el pa s es su linaje, Gu mel pues la estirpe del justo es bendecida. Dálet
Traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones, como oblación a Yahveh en caballos, en carros y en literas, en mulos y en dromedarios, a mi santa monta a, a Jerusalén - dice Yahveh -, como traen los hijos de Israel la oblación en vasos puros al templo de Yahveh.
Concertará una alianza con muchos durante una semana; y en la mitad de la semana suprimirá el sacrificio y la oblación. Pondrá sobre el ala del templo la abominación de la desolación, hasta que la ruina decretada se desplome sobre el devastador.'
Su ofrenda consist a en una fuente de plata de ciento treinta siclos de peso y una escudilla de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
la de ser un ministro de Cristo Jesús con respecto a los gentiles, ejerciendo una función sacra en servicio del evangelio de Dios, de modo que los gentiles sean ofrenda aceptable, consagrada por el Esp ritu Santo.
De todo acuso recibo y estoy en la abundancia; lleno estoy, después de haber recibido de manos de Epafrodito lo que me habéis mandado: calmante aroma, sacrificio aceptable que agrada a Dios.
Por medio de el, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que celebran su nombre.
Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron ante el Cordero. Cada uno de ello ten a una citara y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo santo.
Vino otro ángel y se puso en pie, junto al altar, con un incensario de oro. Se le dio gran cantidad de incienso para que lo ofreciese, junto con las oraciones de todo el pueblo santo, sobre el altar de oro que está delante del trono.
El humo del incienso, junto con las oraciones del pueblo santo, subió de la mano del ángel hasta la presencia de Dios.