Desde lejos alzaron la vista y no lo reconocieron. Entonces rompieron a llorar, se rasgaron las vestiduras y arrojaron polvo sobre sus cabezas.
Números 5:17 - Biblia Castilian 2003 El sacerdote tomará el agua santa en una vasija de barro y echará en el agua un poco de polvo del suelo del tienda. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua. Biblia Nueva Traducción Viviente Pondrá un poco de agua santa en un recipiente de barro y mezclará polvo que tomó del piso del tabernáculo. Biblia Católica (Latinoamericana) tomará luego agua santa en un vaso de barro y, recogiendo polvo del suelo de la Morada, lo esparcirá en el agua. La Biblia Textual 3a Edicion Luego el sacerdote tomará agua consagrada en una vasija de barro, y del polvo que hay en el suelo del Tabernáculo, tomará el sacerdote y lo echará en el agua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El sacerdote tomará el agua santa en una vasija de barro y echará en el agua un poco de polvo del suelo del tienda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Luego el sacerdote tomará agua santa en un vaso de barro; y el sacerdote tomará del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua. |
Desde lejos alzaron la vista y no lo reconocieron. Entonces rompieron a llorar, se rasgaron las vestiduras y arrojaron polvo sobre sus cabezas.
'Harás una pila de bronce, con su base también de bronce, para las abluciones, la colocarás entre la tienda del encuentro y el altar y pondrás agua en ella.
¡Yahveh, esperanza de Israel! Todos los que te abandonan serán confundidos, los que de ti se apartan serán inscritos en el polvo, porque abandonaron a Yahveh, fuente de aguas vivas.
Luego, mientras la mujer sigue de pie en presencia de Yahveh, el sacerdote le descubrirá la cabeza y le pondrá en las palmas de las manos la oblación conmemorativa, o sea, la oblación de celos. El sacerdote, teniendo en sus manos el agua de la amargura que acarrea maldición,
Dec an esto para tenderle un lazo, con el fin de tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escrib a en el suelo con el dedo.