Tú te reunirás con tus padres en paz, y serás sepultado en muy avanzada edad.
Números 31:2 - Biblia Castilian 2003 'Toma venganza de los madianitas por lo que hicieron a los israelitas, y después te reunirás con tus antepasados'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente «En nombre del pueblo de Israel, toma venganza en contra de los madianitas por haber conducido a mi pueblo a la idolatría. Después morirás y te reunirás con tus antepasados». Biblia Católica (Latinoamericana) Que los hijos de Israel tomen ahora desquite de los madianitas, y luego irás a reunirte con tu pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Toma venganza completa de los hijos de Israel contra los madianitas. Después serás reunido a tu pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Toma venganza de los madianitas por lo que hicieron a los israelitas, y después te reunirás con tus antepasados'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo. |
Tú te reunirás con tus padres en paz, y serás sepultado en muy avanzada edad.
Ismael vivió ciento treinta y siete a os. Expiró y murió, y fue a reunirse con sus antepasados.
Después Abrahán expiró y murió en buena vejez, anciano y lleno de d as, y fue a reunirse con sus antepasados.
Ten a el sacerdote de Madián siete hijas, las cuales fueron a sacar agua y llenar los pilones para abrevar el reba o de su padre.
Por eso - oráculo del Se or, Yahveh Sebaot, el Fuerte de Israel -¡ah!, tomaré satisfacción de mis adversarios, me vengaré de mis enemigos.
Dios celoso y vengador es Yahveh, Álef vengador es Yahveh y furibundo, Yahveh se venga de sus adversarios, es implacable con sus enemigos.
'Aarón va a reunirse con su pueblo; no entrará en la tierra que he dado a los israelitas, porque fuisteis rebeldes a mi orden en el agua de Meribá.
Qu tale a Aarón sus vestiduras y viste con ellas a su hijo Eleazar. All se reunirá Aarón con su pueblo, all morirá'.
Israel se estableció en Sit n y el pueblo empezó a fornicar con las moabitas.
Acaeció que vino un hombre de los israelitas e introdujo entre sus hermanos a la madianita, a la vista de Moisés y de toda la comunidad de los israelitas, mientras éstos lloraban a la entrada de la tienda del encuentro.
Cuando la hayas contemplado, te reunirás también tú con tus antepasados, como lo hizo tu hermano Aarón,
Moisés habló al pueblo diciéndole: 'Armad a algunos de vuestros hombres para la guerra y que salgan contra Madián, para cumplir la venganza de Yahveh.
que éstos son d as de venganza, en los que ha de cumplirse todo lo que está escrito.
Ahora bien, David, después de haber servido durante su vida al designio de Dios, murió y fue a reunirse con sus padres y experimentó corrupción.
No os toméis la justicia por vuestra propia mano, queridos m os, sino dad lugar a la ira [divina]. Porque escrito está: A m me corresponde la venganza; yo daré el pago merecido, dice el Se or.
pues está al servicio de Dios para conducirte al bien. Pero, si haces el mal, teme; pues no en vano lleva la espada, ya que está al servicio de Dios para castigar al que practica el mal.
Para m la venganza y el dar lo merecido al tiempo en que vacile su pie; porque cerca está el d a de su ruina, y ya se avecina lo que les espera.
Yo moriré en esta tierra, sin atravesar el Jordán, pero vosotros lo pasaréis y poseeréis esa buena tierra.
y que nadie, en este asunto, ofenda o enga e a su hermano. Porque el vengador de todo esto es el Se or, como ya os lo dijimos de antemano y os lo atestiguamos.
Pues bien conocemos al que ha dicho: Para m la venganza y el dar lo merecido. Y en otro lugar: El Se or hará justicia a su pueblo.
Regoc jate por ella, cielo; y también los santos y los apóstoles y los profetas. Porque Dios ejecutó la sentencia que reclamábais contra ella''.
porque sus designios son verdaderos y equitativos; pues ha juzgado a la gran prostituta, la que corromp a la tierra con su fornicación; y ha tomado venganza de la sangre de sus siervos'.
Y clamaron con gran voz, diciendo: '¿Hasta cuándo, oh Soberano, santo y veraz, estarás sin juzgar a los que moran sobre la tierra y sin vengar nuestra sangre?'.
Y al verlo el pueblo, alababa a su dios, diciendo: 'Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo, al que devastaba nuestro pa s y multiplicaba nuestros muertos'.
Cuando toda esta generación fue a reunirse con sus padres, surgió después otra que no conoc a a Yahveh, ni sus obras en favor de Israel.