Números 24:24 - Biblia Castilian 2003 Vendrán naves del lado de Quit n, afligirán a Asur y oprimirán a Héber. También él perecerá para siempre'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Vendrán naves de la costa de Quitim, Y afligirán a Asiria, afligirán también a Heber; Mas él también perecerá para siempre. Biblia Nueva Traducción Viviente Naves vendrán de las costas de Chipre; y oprimirán a Asiria y afligirán a Heber, pero ellos también serán destruidos por completo». Biblia Católica (Latinoamericana) Vienen naves desde Quitim,
someten al asirio, someten al hebreo,
pero ellos también correrán a la ruina'. La Biblia Textual 3a Edicion Vendrán naves de la costa de Quitim, Someterán a Assur, y someterán a Eber, Pero también él vendrá a destrucción. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vendrán naves del lado de Quitín, afligirán a Asur y oprimirán a Héber. También él perecerá para siempre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vendrán navíos de la costa de Quitim, y afligirán a Asiria, afligirán también a Heber; mas él también perecerá para siempre. |
Llegó un fugitivo y se lo comunicó a Abrán, el hebreo, que acampaba junto al encinar de Mamré, el amorreo, hermano de Escol y de Aner, aliados de Abrán.
Ahora bien, cuando Yahveh haya acabado su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, castigará el fruto del soberbio corazón del rey de Asiria y la arrogancia de sus ojos altaneros.
Oráculo contra Tiro. Gemid, naves de Tarsis; que está devastado vuestro puerto. Mientras volv an del pa s de Quit n se les dio la noticia.
De encinas de Basán fabricaron tus remos; hicieron tu cubierta de marfil, incrustado en ciprés de las islas de Quit n.
Dijo entonces: '¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora volveré a luchar con el pr ncipe de Persia; en cuanto salga, al instante vendrá el pr ncipe de Grecia.
porque vendrán contra él las naves de los queteos y retrocederá atemorizado. Para vengar su humillación, actuará contra la santa alianza y volverá a entenderse con los desertores de esta santa alianza.'
Instalará las tiendas de su campamento real entre el mar y el monte de la santa Magnificencia. Pero se acerca su fin y no habrá nadie que le ayude.'
Entonces se desmenuzaron también el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro, y quedaron como tamo de las eras en verano. El viento se los llevó sin dejar rastro alguno; mas la piedra que chocó contra la estatua se convirtió en una gran monta a que llenó toda la tierra.
tal como viste que una piedra, desprendida de la monta a sin intervención de mano alguna, pulverizó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro. El Dios grande ha dado a conocer al rey lo que sucederá en el futuro. El sue o es verdadero y correcta su interpretación'.
El macho cabr o es el rey de Grecia, y el gran cuerno que hab a entre sus ojos es el primer rey.
Después vio a Amalec y pronunció este oráculo: 'Amalec es el primero de los pueblos, pero su porvenir va derecho a la ruina'.
Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, la anunciada por el profeta Daniel, instalada en el lugar santo - entiéndalo bien el que lee -,
'Ense adme un denario. ¿De quién es la figura y la inscripción que tiene?'. Ellos respondieron: 'Del César'.
Si lo dejamos continuar as, todos creerán en él, vendrán los romanos y acabarán con nuestro lugar santo y con nuestro pueblo'.