He aqu que con nosotros, a nuestra cabeza, está Dios con sus sacerdotes, y están las trompetas vibrantes para hacerlas resonar contra vosotros. ¡Israelitas, no luchéis contra Yahveh, Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis!'.
Números 23:21 - Biblia Castilian 2003 No vio iniquidad en Jacob; ni adivinación en contra de Israel. Yahveh su Dios, está con él, y en él se oye aclamar a un rey. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No ha notado iniquidad en Jacob, Ni ha visto perversidad en Israel. Jehová su Dios está con él, Y júbilo de rey en él. Biblia Nueva Traducción Viviente Ninguna desgracia está en su plan para Jacob; ningún problema espera a Israel. Pues el Señor su Dios está con ellos; él ha sido proclamado su rey. Biblia Católica (Latinoamericana) El no vio culpa alguna en Jacob
ni percibió mal alguno en Israel.
Yavé su Dios está con él,
en su campamento se oye
que aclaman a su rey. La Biblia Textual 3a Edicion No ha visto iniquidad en Jacob, Ni ha notado maldad en Israel, YHVH su Dios está con él, Resuena aclamación de júbilo como por un rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No vio iniquidad en Jacob; ni adivinación en contra de Israel. Yahveh su Dios, está con él, y en él se oye aclamar a un rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto perversidad en Israel; Jehová su Dios está con él, y júbilo de rey hay en ellos. |
He aqu que con nosotros, a nuestra cabeza, está Dios con sus sacerdotes, y están las trompetas vibrantes para hacerlas resonar contra vosotros. ¡Israelitas, no luchéis contra Yahveh, Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis!'.
Cuanto dista el oriente del ocaso, as aleja él de nosotros nuestras culpas.
Suenan voces de gozo y de victoria en las tiendas del justo: la diestra del Se or hace proezas,
Aunque hubiera de ir por los valles sombr os de la muerte, ningún mal temer a, pues conmigo estás tú: tu bastón y tu cayado me confortan.
dichoso el hombre al que el Se or no culpa de maldad, que no tiene en su esp ritu fals a.
Te confesé mis faltas y no encubr mis culpas, pensando: 'Confesaré mis yerros al Se or', y tú me perdonaste el mal de mi pecado. Selah
Desistid y sabed: Yo soy Yahveh, exaltado entre las gentes, exaltado en la tierra.
Las naciones murmuran, los reinos titubean; hace él sentir su voz: se disuelve la tierra.
Yahveh iba delante de ellos: de d a en columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en columna de fuego, para alumbrarlos, a fin de que pudieran caminar de d a y de noche.
Le respondió: 'Yo estaré contigo; y ésta será la se al de que yo te he enviado: cuando tú hayas sacado al pueblo fuera de Egipto, rendiréis culto a Dios en esta monta a'.
Y dijo: 'Ahora, mi Se or, si gozo de tu favor, d gnese mi Se or caminar con nosotros. Ciertamente, éste es un pueblo de dura cerviz, pero tú perdonarás nuestras faltas, nuestros pecados, y harás de nosotros tu heredad'.
Venid, pues, y discutamos, - dice Yahveh -: si son vuestros pecados como la grana, blanquearán como la nieve; si son rojos como el carm n, se volverán como la lana.
Exulta y grita jubilosa, población de Sión; que es grande en medio de ti el Santo de Israel'.
Al contrario, all será poderoso Yahveh para nosotros, en un lugar de r os y de anchos canales. No lo cruzará barco de remos, ni lo surcará nave poderosa. (23abc) Se han aflojado tus maromas, no sujetan el mástil, no despliegan la bandera.
Porque Yahveh es nuestro juez, Yahveh nuestro legislador, Yahveh nuestro rey, él nos salvará.
Mirad, en salud se cambió mi amargura. Tú has preservado mi vida de la fosa de la ruina, pues te has echado a la espalda todos mis pecados.
no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.
Urdid un plan, y se deshará; decid una palabra, y no se cumplirá, porque Dios está con nosotros.
En aquellos d as y en aquel tiempo - oráculo de Yahveh -, se buscará la culpa de Israel y no la habrá, y los pecados de Judá y no se hallarán, porque perdonaré al resto que yo deje.
Per metro: dieciocho mil codos. Desde aquel d a, el nombre de la ciudad será 'Yahveh está all '.'
As conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo, Yahveh, soy vuestro Dios, y no hay otro. Nunca más será mi pueblo abochornado.
Un fuego salió de delante de Yahveh, que devoró el holocausto y las grasas de encima del altar. Al verlo, todo el pueblo lanzó gritos de júbilo y se postraron rostro en tierra.
'Yahveh es tardo a la ira y rico en misericordia; soporta la falta y la transgresión, aunque no la deja impune, sino que castiga la falta de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación'.
Perdona, pues, el pecado de este pueblo, según la grandeza de tu misericordia, como lo has soportado desde Egipto hasta aqu '.
Se amotinaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: '¡Habéis ido demasiado lejos! Pues que toda la comunidad, todos ellos, son santos, y en medio de ellos está Yahveh, ¿con qué derecho os ponéis por encima de la asamblea de Yahveh?'.
Si la nube se deten a sobre la tienda dos d as, un mes o un a o, los israelitas permanec an acampados y no se mov an. Cuando se alzaba, ellos levantaban el campamento.
La virgen concebirá en su seno, y dará a luz un hijo y le pondrá el nombre de Emmanuel, que significa 'Dios con nosotros'.
Porque el pecado no tendrá ya dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
As pues, ahora ya no pesa ninguna condena sobre quienes están en Cristo Jesús.
Pero gracias sean dadas a Dios, que, en Cristo, nos lleva siempre en su triunfo y que por medio de nosotros difunde por doquier la fragancia de su conocimiento.
como que Dios es quien en Cristo estaba reconciliando consigo el mundo, sin tomar en cuenta a los hombres sus faltas, y quien puso en nosotros el mensaje de la reconciliación.
¿Qué compatibilidad entre el templo de Dios y los dolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo, como lo dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Y dio orden a Josué, hijo de Nun, diciéndole: 'Sé fuerte y animoso, que tú introducirás a los israelitas en la tierra que les he prometido bajo juramento, y yo estaré contigo'.
Mal se portaron con él los hijos que ahora son tara indigna, generación perversa y tortuosa.
Hubo un rey en Yesurún, cuando se reunieron los jefes del pueblo, cuando se juntaron las tribus de Israel.
Respondióle Gedeón: 'Por favor, se or m o. Si Yahveh está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Dónde están todas esas maravillas que nos han narrado nuestros padres, al decirnos que nos sacó Yahveh de Egipto? Ahora Yahveh nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de Madián'.
Perdona, te suplico, la falta de tu sierva, porque Yahveh hará una casa estable a mi se or, puesto que mi se or combate las guerras de Yahveh, y el mal no te alcanzará en tus d as.