Entonces David consultó a Yahveh diciendo: '¿He de subir contra los filisteos? ¿Me los vas a entregar en mis manos?'. Yahveh respondió a David: 'Sube, porque ciertamente te los voy a entregar en tus manos'.
Números 21:34 - Biblia Castilian 2003 Pero Yahveh dijo a Moisés: 'No le temas, que en tu mano lo he entregado, con todo su pueblo y su tierra; y harás con él como hiciste con Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dijo a Moisés: «No le tengas miedo, porque yo te lo he entregado junto con toda su gente y su tierra. Haz con él lo mismo que hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que gobernó en Hesbón». Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé le dijo a Moisés: 'No temas: Lo he puesto en tus manos junto con todo su pueblo y todo su territorio. Lo tratarás como a Sijón, rey de los amoritas, que vivía en Jesbón. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH dijo a Moisés: No le tengas temor, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo y su tierra. Harás con él como hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Yahveh dijo a Moisés: 'No le temas, que en tu mano lo he entregado, con todo su pueblo y su tierra; y harás con él como hiciste con Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, que en tu mano lo he dado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. |
Entonces David consultó a Yahveh diciendo: '¿He de subir contra los filisteos? ¿Me los vas a entregar en mis manos?'. Yahveh respondió a David: 'Sube, porque ciertamente te los voy a entregar en tus manos'.
Pero he aqu que un profeta se acercó a Ajab, rey de Israel, y le dijo: 'As habla Yahveh: ¿ves toda esa gran muchedumbre? Pues mira: hoy te la entrego en tus manos, y as sabrás que yo soy Yahveh'.
Acercóse entonces un varón de Dios al rey de Israel y le dijo: 'As habla Yahveh: por haber afirmado los arameos: 'Yahveh es un Dios de las monta as, y no un Dios de las llanuras', voy a entregar en tus manos toda esa gran muchedumbre, para que conozcáis que yo soy Yahveh'.
Y aun esto es todav a poco a los ojos de Yahveh: él entregará en vuestras manos a Moab
Pues yo soy Yahveh, tu Dios, que toma tu diestra y te dice: 'No temas; yo te ayudo'.
No os rebeléis contra Yahveh ni tengáis miedo de la gente del pa s, porque será para nosotros pan comido. La sombra que los proteg a se ha alejado de ellos, mientras que Yahveh está con nosotros. No los temáis'.
el pa s que Yahveh ha conquistado ante la comunidad de Israel, es tierra de pasto para el ganado y tus servidores tienen ganado'.
Pero Sijón, rey de Jesbón, no nos permitió pasar por su territorio; pues Yahveh, tu Dios, hab a hecho inflexible su esp ritu y hab a endurecido su corazón, a fin de ponerlo en tus manos como lo está todav a hoy.
diciéndole: 'Escucha, Israel; estáis a punto de dar la batalla contra vuestros enemigos. No desfallezca vuestro corazón. No temáis, ni os turbéis, ni tembléis ante ellos,
Torcimos luego y subimos por el camino de Basán. Og, rey de Basán, salió a nuestro encuentro, con todas sus tropas, para darnos la batalla en Edre.
Og, rey de Basán, era el único superviviente de los refa tas. Su cama, que todav a puede verse en Rabá de los amonitas, era de hierro, y med a nueve codos de largo y cuatro de ancho, en codos normales.
Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis ni les tengáis miedo, porque Yahveh, tu Dios, va contigo y no te dejará ni te abandonará'.
Si alguna vez pensaras: '¿Cómo voy a poder yo expulsar a esas naciones, que son más numerosas que yo?',
no les temas; acuérdate de lo que Yahveh, tu Dios, hizo al Faraón y a todo Egipto:
No tiembles ante ellos, porque en medio de ti está Yahveh, tu Dios, el Dios grande y terrible.
Pondrá sus reyes en tu mano y harás desaparecer su nombre bajo el cielo, nadie podrá resistirte hasta que las hayas exterminado.
Les dijo Josué: 'No temáis ni desmayéis; sed fuertes y tened buen ánimo, pues as hará Yahveh con todos vuestros enemigos con los que habéis de combatir'.
Yahveh dijo a Josué: 'No los temas, porque te los voy a entregar entu mano; ninguno de ellos te podrá hacer frente'.
Mientras nosotros retrocedemos, vosotros saldréis de la emboscada y os apoderaréis de la ciudad, pues Yahveh, vuestro Dios, la ha entregado en vuestras manos.
Jefté hizo entonces este voto a Yahveh: 'Si realmente entregas a los amonitas en mis manos,
David consultó de nuevo a Yahveh, y Yahveh le respondió: 'Parte y baja a Queilá, porque yo voy a entregar a los filisteos en tus manos'.