Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.
Números 18:20 - Biblia Castilian 2003 Dijo Yahveh a Aarón: 'No tendrás heredad en su tierra, ni habrá parte para ti en medio de ellos; yo soy tu parte y tu heredad en medio de los israelitas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dijo a Aarón: «Ustedes, los sacerdotes, no recibirán ninguna asignación de tierra ni porción de terreno entre el pueblo de Israel. Yo soy tu porción y tu asignación. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo además a Aarón: 'Tú no tendrás territorio alguno en el país ni habrá parte alguna para ti en medio de tu pueblo. Porque yo mismo soy tu parte y tu heredad en medio de los israelitas. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH dijo a Aarón: En tierra de ellos no heredarás, ni tendrás porción en medio de ellos. Yo soy tu porción y tu heredad en medio de los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Yahveh a Aarón: 'No tendrás heredad en su tierra, ni habrá parte para ti en medio de ellos; yo soy tu parte y tu heredad en medio de los israelitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte: Yo soy tu porción y tu heredad en medio de los hijos de Israel. |
Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.
Miro a mi diestra para ver, y no hay un solo conocido; se ha perdido para m todo refugio, no hay nadie que se interese por mi vida.
La porción de mi herencia y de mi copa eres tú, oh Se or: tú eres el que cuida de mis suertes.
Mi carne y mis entra as se consumen, mas el Se or es para siempre mi roca y mi porción.
'No tendrán herencia; yo soy su herencia. No les daréis posesión en Israel; yo soy su posesión.
Tú y tus hijos contigo asumiréis las funciones sacerdotales y las ejerceréis en todo lo referente al altar y a lo de detrás del velo. Yo os concedo vuestro sacerdocio como una dádiva; pero el profano que se acerque morirá'.
El número de los que fueron contados entre ellos, de todos los varones de un mes para arriba, fue de veintitrés mil. No fueron censados entre los demás israelitas, porque no se les dio heredad entre los restantes israelitas.
Por eso Lev no tuvo parte ni heredad entre sus hermanos, porque Yahveh es su heredad, como le dijo Yahveh, tu Dios.
Y os regocijaréis delante de Yahveh, vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que está dentro de vuestras ciudades, ya que él no ha recibido parte ni heredad con vosotros.
No te olvidarás del levita que habita en tus ciudades, ya que él no tiene parte ni heredad contigo.
y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, el extranjero, el huérfano y la viuda que haya en tus ciudades, y comerán hasta quedar saciados, para que Yahveh, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas.
Únicamente a la tribu de Lev no le dio herencia, pues su herencia son los manjares pasados por el fuego en honor de Yahveh, Dios de Israel, como les hab a declarado.
A la tribu de Lev no le asignó Moisés heredad alguna, porque Yahveh, Dios de Israel, es su heredad como les hab a declarado.
pues Moisés hab a ya otorgado su heredad a dos tribus y a la otra mitad de la tribu al otro lado del Jordán. A los levitas no les otorgó heredad alguna entre ellas.
Porque a los levitas no les corresponde parte alguna entre vosotros, ya que su heredad es el sacerdocio de Yahveh; y por otra parte, Gad, Rubén y la mitad de la tribu de Manasés recibieron ya su heredad al otro lado del Jordán, al oriente, de manos de Moisés, siervo de Yahveh'.
O una gran voz que proced a del trono, la cual dec a: 'Aqu está la morada de Dios con los hombres. Morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos.