Inmolarás luego el carnero, recogerás su sangre y rociarás con ella el altar todo en derredor.
Números 18:17 - Biblia Castilian 2003 No aceptarás rescate por el primogénito de las vacas, las ovejas y las cabras: son cosa santa. Derramarás su sangre alrededor del altar y harás quemar su grasa como manjar pasado por el fuego de calmante aroma para Yahveh. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas el primogénito de vaca, el primogénito de oveja y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son; la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida en olor grato a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente »Sin embargo, no podrán redimir a las primeras crías del ganado, de las ovejas o de las cabras. Estas están consagradas y han sido apartadas para el Señor: rocía su sangre en el altar y quema su grasa como ofrenda especial de aroma agradable al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero no harás el rescate del primerizo de vaca, de oveja ni de cabra, porque están consagrados. Derramarás más bien su sangre sobre el altar, y harás quemar su grasa como sacrificio por el fuego de agradable aroma para Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Pero no redimirás el primerizo de la vaca ni el primerizo de la oveja ni el primerizo de la cabra, pues son sagrados. Rociarás su sangre sobre el altar, y dejarás consumir su grasa como sacrificio ígneo en olor que apacigua a YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No aceptarás rescate por el primogénito de las vacas, las ovejas y las cabras: son cosa santa. Derramarás su sangre alrededor del altar y harás quemar su grasa como manjar pasado por el fuego de calmante aroma para Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja, y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son: la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos como ofrenda encendida en olor grato a Jehová. |
Inmolarás luego el carnero, recogerás su sangre y rociarás con ella el altar todo en derredor.
El sacerdote derramará la sangre sobre el altar de Yahveh, a la entrada de la tienda del encuentro, y quemará la grasa como calmante aroma para Yahveh.
Los harás rescatar desde la edad de un mes, tasándolos en cinco siclos de plata, según el peso del siclo del santuario, que es de veinte gerá.