He vivido veinte a os en tu casa; catorce a os te serv por tus dos hijas, y seis por tus reba os, y diez veces cambiaste mi salario.
Números 14:22 - Biblia Castilian 2003 que de todos estos hombres que han visto mi gloria y mis prodigios, los que hice en Egipto y en el desierto, y que me han tentado ya diez veces y no han escuchado mi voz, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, Biblia Nueva Traducción Viviente ni uno solo de este pueblo entrará jamás en esa tierra. Todos vieron mi gloriosa presencia y las señales milagrosas que realicé, tanto en Egipto como en el desierto, pero vez tras vez me han probado, rehusando escuchar mi voz. Biblia Católica (Latinoamericana) que la desgracia caerá sobre esa gente. Porque vieron mi Gloria y mis maravillas, vieron lo que hice en Egipto y en el desierto, y a pesar de eso me tentaron más de diez veces y no me escucharon. La Biblia Textual 3a Edicion que todos los hombres que vieron mi gloria y mis señales que hice en Egipto y en el desierto, y aun así me provocaron ya diez veces y no oyen mi voz, Biblia Serafín de Ausejo 1975 que de todos estos hombres que han visto mi gloria y mis prodigios, los que hice en Egipto y en el desierto, y que me han tentado ya diez veces y no han escuchado mi voz, Biblia Reina Valera Gómez (2023) porque todos los que vieron mi gloria y mis milagros que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, |
He vivido veinte a os en tu casa; catorce a os te serv por tus dos hijas, y seis por tus reba os, y diez veces cambiaste mi salario.
y que vuestro padre se ha burlado de m, cambiando diez veces mi salario; pero Dios no le ha permitido que me da ase.
para volver siempre de nuevo a provocarle, a contristar al Santo de Israel!
Dijeron entonces a Moisés: '¿Es que no hab a bastantes sepulcros en Egipto, para que nos hayas tra do a morir en el desierto? ¿Por qué hiciste con nosotros esto, el sacarnos de Egipto?
Toda la comunidad de los israelitas se puso a murmurar en el desierto contra Moisés y Aarón.
Entonces se querelló el pueblo contra Moisés, diciendo: 'Danos agua para que bebamos'. Moisés les respondió: '¿Por qué os querelláis contra m ? ¿Por qué tentáis a Yahveh?'.
Pero el pueblo ten a una sed ardiente y murmuró contra Moisés, diciendo: '¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?'.
Y dio al lugar el nombre de Masá y Meribá, por la querella de los israelitas, y porque hab an puesto a Yahveh a prueba, diciendo: '¿Está Yahveh en medio de nosotros o no?'.
Viendo el pueblo que Moisés tardaba en bajar de la monta a, se congregó en torno a Aarón y le dijo: 'Anda, haznos dioses que vayan delante de nosotros, pues a ese Moisés, a ese hombre que nos sacó de Egipto, no sabemos qué le ha pasado'.
les dijeron: 'Que Yahveh os mire y juzgue. Nos habéis hecho odiosos al Faraón y a sus servidores, y habéis puesto la espada en sus manos para que nos maten'.
Has visto muchas cosas y no atiendes, tienes abiertos los o dos y no escuchas.
Sobre cuantos asuntos de sabidur a e inteligencia que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos que hab a en todo su reino.
Por eso llamamos dichosos a los soberbios: los que cometen la iniquidad prosperan, incluso los que tientan a Dios quedan impunes'.
Aconteció que el pueblo profirió amargos lamentos que sonaron mal a los o dos de Yahveh. Yahveh lo oyó, se encendió su ira y ardió contra ellos un fuego de Yahveh que devoró un extremo del campamento.
Una chusma que se hab an mezclado con el pueblo sintió tan insaciable apetito que incluso los israelitas rompieron a lamentarse de nuevo y dec an: '¡Quién nos diera a comer carne!
Mar a y Aarón murmuraron contra Moisés a causa de la mujer cusita que éste hab a tomado, pues hab a tomado por esposa a una mujer cusita.
Y Yahveh dijo a Moisés: '¿Hasta cuándo me va a menospreciar este pueblo? ¿Hasta cuándo va a desconfiar de m, a pesar de todos los prodigios que he obrado en medio de ellos?
Todos los israelitas murmuraron contra Moisés y Aarón, y la comunidad entera les dijo: '¡Ah, si hubiéramos muerto en tierra de Egipto, o si muriéramos al menos en este desierto!
a excepción de Caleb, hijo de Yefoné el quenecita, y de Josué, hijo de Nun, que me han seguido sin reserva'.
Jesús le respondió: 'También está escrito: No tentarás al Se or, tu Dios'.
Sin embargo, la mayor a de ellos no agradaron a Dios, pues quedaron tendidos en el desierto.
Ni tentemos al Se or, como lo tentaron algunos de ellos, que perecieron por causa de las serpientes.
Recuerda y no olvides que irritaste a Yahveh, tu Dios, en el desierto; desde el d a en que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegaste a este lugar, habéis sido rebeldes a Yahveh.
cuando vuestros padres me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de ver mis obras