Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Números 12:8 - Biblia Castilian 2003

Hablo yo con él cara a cara, en visión directa y no en enigmas; él contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué, pues, os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?'.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Yo le hablo a él cara a cara, ¡con claridad y no en acertijos! Él ve al Señor como él es. ¿Entonces, por qué no tuvieron temor de criticar a mi siervo Moisés?».

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

y le hablo cara a cara. Es una visión clara, no son enigmas; él contempla la imagen de Yavé. ¿Cómo, pues, no tienen miedo de hablar en contra de mi servidor, en contra de Moisés?'

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Boca a boca hablo con él, en visión, pero sin enigmas, y él contempla la apariencia° de YHVH. ¿Por qué no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo, contra Moisés?

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Hablo yo con él cara a cara, en visión directa y no en enigmas; él contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué, pues, os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Boca a boca hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová: ¿por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Números 12:8
39 Referans Kwoze  

Jacob le preguntó: 'Revélame ahora tu nombre'. Contestó él: '¿Para qué preguntas por mi nombre?'. Y le bendijo all mismo.


Por mi parte, en rectitud, podré ver tu presencia y, al despertar, saciarme con tu vista.


Mi boca va a decir sentencias sabias, mi reflexión es sobre cosas hondas:


Crec a más y más el sonido del cuerno. Moisés hablaba y Dios le respond a con el trueno.


No te harás ninguna imagen esculpida, ni figura de lo que hay arriba en el cielo, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra.


Yahveh hablaba a Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Después Moisés volv a al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se apartaba del interior de la tienda.


Respondió Yahveh: 'Haré pasar por delante de ti toda mi bondad, y pronunciaré delante de ti el nombre de Yahveh, pues hago gracia al que yo quiero hacerla, y tengo misericordia de quien yo quiero tenerla'.


Después apartaré mi mano y verás mi espalda. Pero no verás mi rostro'.


Aarón y todos los israelitas, al mirar a Moisés, vieron que la tez de su rostro resplandec a, y tuvieron miedo de acercársele.


para comprender proverbios y alegor as, las palabras y enigmas de los sabios.


¿Con quién compararéis a Dios y qué cosa semejante le opondréis?


¿A quién me compararéis y equipararéis, me parangonaréis, de modo que nos parezcamos?


'Hijo de hombre, propón un enigma y presenta un proverbio a la casa de Israel.


Huyó Jacob al campo de Aram, sirvió Israel por una mujer, y por una mujer se hizo pastor.


y as se lo han dicho a los habitantes de esa tierra. Han advertido que tú, Yahveh, estás en medio de este pueblo, al que te manifiestas cara a cara; que tú eres Yahveh, cuya nube se posa encima de ellos; que tú vas delante de ellos, de d a en columna de nube y de noche en columna de fuego.


Cuando Moisés entraba en la tienda del encuentro para hablar con Él, o a la voz que le hablaba desde lo alto del propiciatorio que hab a sobre el arca del testimonio, entre los dos querubines. Desde all le hablaba.


para que se cumpliera lo anunciado por el profeta: En parábolas abriré mi boca, declararé lo que desde la creación está oculto.


Quien a vosotros escucha, a m me escucha; y quien a vosotros desprecia, a m me desprecia. Pero quien me desprecia a m, desprecia a aquel que me ha enviado'.


A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo único, Dios, el que está en el seno del Padre, él es quien lo dio a conocer.


Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe qué hace su se or; os he llamado amigos, porque todo lo que he o do de mi Padre os lo he dado a conocer.


Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha realizado no ser an culpables; ahora, aunque las han visto, nos han odiado tanto a m como a mi Padre.


Porque, ahora vemos mediante un espejo, borrosamente; entonces, cara a cara. Ahora conozco de modo parcial, entonces conoceré plenamente, con la perfección con que soy conocido.


Y nosotros todos, con el rostro descubierto, reflejando como en un espejo la gloria del Se or, su imagen misma, nos vamos transfigurando con gloria creciente como por la acción del Se or, que es Esp ritu.


Yahveh, tu Dios, te suscitará de en medio de ti, de entre tus hermanos, un profeta como yo; a él escucharéis.


No ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, con quien trataba Yahveh cara a cara,


Tened mucho cuidado. Ya que el d a en que Yahveh os habló en el Horeb de en medio del fuego no visteis ninguna figura,


No te harás ninguna imagen esculpida, ni figura de lo que hay arriba en el cielo, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo la tierra.


Él es imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura,


Por consiguiente, quien esto menosprecia, no menosprecia a un hombre, sino a Dios, que dispensa [también] su Esp ritu Santo entre vosotros.


el único poseedor de la inmortalidad, que habita en la región inaccesible de la luz, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A él, honor e imperio eterno. Amén.


En muchas ocasiones y de múltiples maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas.


Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas,


sobre todo a los que caminan tras la carne en deseos de impureza y desprecian el se or o divino. Osados, arrogantes, no temen insultar a los seres gloriosos,


A pesar de ello, también éstos, llevados de sus delirios, manchan la carne, desprecian el se or o divino e injurian a los seres gloriosos.