Viéronlo los hijos de los profetas de Jericó, que estaban a alguna distancia, y dijeron: 'El esp ritu de El as está sobre Eliseo'. Fueron a su encuentro y se postraron en tierra ante él.
Números 11:25 - Biblia Castilian 2003 Yahveh descendió en la nube y le habló; tomó del esp ritu que hab a en él y lo puso sobre los setenta ancianos. Tan pronto como el esp ritu se posó en ellos, comenzaron a profetizar, pero sólo lo hicieron aquella vez. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron. Biblia Nueva Traducción Viviente Después el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Entonces les dio a los setenta ancianos del mismo Espíritu que estaba sobre Moisés; y cuando el Espíritu se posó sobre ellos, los ancianos profetizaron; pero esto nunca volvió a suceder. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Yavé bajó en la nube y habló, luego tomó del espíritu que estaba en Moisés y lo puso en los setenta hombres ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar, pero después no lo hicieron más. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH descendió en la nube y le habló. Luego tomó del Espíritu que había sobre él y lo puso sobre los setenta ancianos, y en cuanto el Espíritu descansó sobre ellos profetizaron, pero después no continuaron.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh descendió en la nube y le habló; tomó del espíritu que había en él y lo puso sobre los setenta ancianos. Tan pronto como el espíritu se posó en ellos, comenzaron a profetizar, pero sólo lo hicieron aquella vez. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y fue que, cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron. |
Viéronlo los hijos de los profetas de Jericó, que estaban a alguna distancia, y dijeron: 'El esp ritu de El as está sobre Eliseo'. Fueron a su encuentro y se postraron en tierra ante él.
Tú les diste tu esp ritu bueno para hacerles discretos, no les retiraste de su boca tu maná, y para su sed agua les diste.
en columna de fuego les hablaba, y ellos observaban sus avisos, las leyes que les daba.
Pero ¡si quisieras perdonar su pecado! Y si no, bórrame del libro que tienes escrito'.
Yahveh descendió en la nube y estuvo all con él; y Moisés invocó el nombre de Yahveh.
Pues la nube de Yahveh se posaba de d a sobre el santuario y durante la noche se hac a de fuego a la vista de toda la casa de Israel. As todo el tiempo que duraron sus desplazamientos.
Entonces se acordó de los tiempos antiguos, de Moisés que estaba con él: ¿dónde está el que sacó del mar al pastor de su reba o? ¿Dónde, el que puso en su interior su santo esp ritu;
Y setenta de los ancianos de la casa de Israel, entre los cuales se encontraba Yazan as, hijo de Safán, estaban de pie ante ellos, cada uno con su incensario en la mano, mientras ascend a el perfume de una nube de incienso.
Yo descenderé y te hablaré all; tomaré del esp ritu que hay en ti y se lo infundiré a ellos, para que compartan contigo la carga del pueblo y no la lleves tú solo.
Descendió entonces Yahveh en la columna de nube, se paró a la entrada de la tienda y llamó a Aarón y a Mar a. Salieron ambos,
Se levantó Moisés y, seguido por los ancianos de Israel, se encaminó hacia donde estaban Datán y Abirón.
Cuando Balaán alzó sus ojos y vio a Israel acampado por tribus, vino sobre él el esp ritu de Yahveh
Yahveh dijo a Moisés: 'Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el esp ritu, y pon tu mano sobre él.
Uno de ellos, por nombre Ágabo, predec a, en virtud del Esp ritu, que se abatir a sobre toda la tierra una gran hambre: fue la que sobrevino en tiempos de Claudio.
Toda buena dádiva y todo don perfecto son de arriba, descienden del Padre de los astros, en quien no hay fases ni per odos de sombra.
pues nunca fue proferida profec a alguna por voluntad humana, sino que los hombres hablaron de parte de Dios movidos por el Esp ritu.
El esp ritu de Yahveh vino sobre él y quedó constituido juez de Israel. Salió a campa a y Yahveh entregó en sus manos a Cusán Risatáin, rey de Aram. Prevaleció su mano sobre Cusán Risatáin
En efecto, al llegar all, a Guibeá, le salió al encuentro un grupo de profetas; el esp ritu de Dios se apoderó de él y entró en medio de ellos en trance profético.