Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.
Números 11:18 - Biblia Castilian 2003 Dirás al pueblo: 'Santificaos para ma ana y comeréis carne, ya que os habéis lamentado a los o dos de Yahveh, diciendo: ¿quién nos dará a comer carne? ¡Estábamos tan bien en Egipto!'. Yahveh os dará carne para que comáis. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. Biblia Nueva Traducción Viviente »También dile al pueblo: “Purifíquense, porque mañana tendrán carne para comer. Ustedes gemían y el Señor oyó sus quejidos: ‘¡Oh, un poco de carne! ¡Estábamos en mejores condiciones en Egipto!’. Ahora, el Señor les dará carne y tendrán que comérsela. Biblia Católica (Latinoamericana) Dirás al pueblo: Santifíquense para mañana, comerán carne ya que vinieron a llorar a los oídos de Yavé. Pues ustedes dijeron: ¿Quién nos dará carne para comer? ¡Estábamos tan bien en Egipto! Yavé les dará carne y la comerán. La Biblia Textual 3a Edicion Y dirás al pueblo: Santificaos para mañana, pues comeréis carne, ya que habéis llorado a oídos de YHVH, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne!, pues nos iba mejor en Egipto. YHVH, pues, os dará carne, y comeréis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dirás al pueblo: 'Santificaos para mañana y comeréis carne, ya que os habéis lamentado a los oídos de Yahveh, diciendo: ¿quién nos dará a comer carne? ¡Estábamos tan bien en Egipto!'. Yahveh os dará carne para que comáis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dile al pueblo: Santificaos para mañana, y comeréis carne: pues que habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente nos iba mejor en Egipto! Por tanto, Jehová os dará carne, y comeréis. |
Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.
Cuando está llenando su vientre, Dios le arroja el ardor de su ira, le cubre la carne con lluvia de flechas.
Si golpeando la roca brotó agua y corrieron torrentes, ¿podrá, del mismo modo, darnos pan y aprestar carne ante su pueblo?
Y a adió Moisés: 'Cuando esta tarde os dé Yahveh carne para comer, y por la ma ana pan hasta la saciedad, será porque Yahveh ha o do las murmuraciones que habéis formulado contra él. Porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no van contra nosotros, sino contra Yahveh'.
Después dijo Yahveh a Moisés: 'Vuélvete a tu pueblo y haz que se purifique hoy y ma ana. Que laven sus vestidos,
Y dijo al pueblo: 'Estad preparados para el tercer d a; que nadie toque a su mujer'.
También deberán purificarse los sacerdotes que se acerquen a Yahveh, no sea que Yahveh irrumpa contra ellos'.
Aconteció que el pueblo profirió amargos lamentos que sonaron mal a los o dos de Yahveh. Yahveh lo oyó, se encendió su ira y ardió contra ellos un fuego de Yahveh que devoró un extremo del campamento.
a quien no quisieron obedecer nuestros padres, sino que lo rechazaron y se volvieron con el corazón a Egipto
Levántate, pues, purifica al pueblo y diles: 'Purificaos para ma ana, porque as habla Yahveh, el Dios de Israel: hay anatema en medio de Israel y no podrás hacer frente a tus enemigos hasta que apartéis de vosotros el anatema.
Vino luego el pueblo a Betel, donde permaneció en presencia de Dios hasta la tarde, llorando amargamente a voz en grito y