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Nehemías 4:9 - Biblia Castilian 2003

Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos apercibidos y que Dios hab a desbaratado sus planes, todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que oramos a nuestro Dios y pusimos guardias en la ciudad día y noche para protegernos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos prevenidos y que Dios había hecho fracasar su plan, volvimos todos a la muralla, cada cual a su trabajo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero nosotros oramos a nuestro Dios, y nos pusimos en guardia contra ellos día y noche.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos apercibidos y que Dios había desbaratado sus planes, todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.

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Lòt tradiksyon



Nehemías 4:9
15 Referans Kwoze  

Le preguntó: '¿Cuál es tu nombre?'. Él respondió: 'Jacob'.


Y desde aquel d a la mitad de mis hombres trabajaba en la obra, mientras la otra mitad estaba sobre las armas con lanzas, escudos, arcos y corazas. Los jefes estaban con toda la casa de Judá,


que reconstru a la muralla. También los cargadores iban armados, de forma que con una mano hac an el trabajo y con la otra sujetaban el arma.


desbarata los proyectos de los taimados, para que no triunfen sus intrigas.


El Se or frustra el plan de las naciones, desconcierta los proyectos de los pueblos.


Invócame en el d a de la angustia: te libraré y tú me darás gloria.


La mirada de Yahveh protege la ciencia; pero él confunde las palabras del imp o.


Velad y orad, para que no ceder en la tentación; el esp ritu está dispuesto, pero la carne es débil'.


Velad, pues, orando en todo tiempo, para que logréis escapar de todas estas cosas que han de sobrevenir, y para comparecer seguros ante el Hijo del hombre'.


Sed sobrios, velad. Vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar.