Caeré sobre él cuando esté cansado y falto de fuerzas, sembraré en torno a él el terror y, cuando se hayan dado a la fuga los que le acompa an, podré matar a solas al rey.
Nehemías 4:11 - Biblia Castilian 2003 que reconstru a la muralla. También los cargadores iban armados, de forma que con una mano hac an el trabajo y con la otra sujetaban el arma. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, nuestros enemigos decían: «Antes de que se den cuenta de lo que está pasando, caeremos encima de ellos, los mataremos y detendremos el trabajo». Biblia Católica (Latinoamericana) Los portadores iban armados, con una mano trabajaban y con la otra sostenían la lanza. La Biblia Textual 3a Edicion Y nuestros enemigos se decían: Ellos no lo sabrán ni lo verán, hasta que caigamos entre ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 que reconstruía la muralla. También los cargadores iban armados, de forma que con una mano hacían el trabajo y con la otra sujetaban el arma. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y nuestros enemigos dijeron: No sabrán ni verán, hasta que entremos en medio de ellos, y los matemos, y hagamos cesar la obra. |
Caeré sobre él cuando esté cansado y falto de fuerzas, sembraré en torno a él el terror y, cuando se hayan dado a la fuga los que le acompa an, podré matar a solas al rey.
Y desde aquel d a la mitad de mis hombres trabajaba en la obra, mientras la otra mitad estaba sobre las armas con lanzas, escudos, arcos y corazas. Los jefes estaban con toda la casa de Judá,
También los constructores ten an cada uno su espada a la cintura mientras trabajaban. Y ten a siempre a mi lado al corneta.
Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos apercibidos y que Dios hab a desbaratado sus planes, todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo.
Pero te vendrá una desgracia que no sabrás conjurar; te caerá una calamidad que no podrás alejar. Te vendrá de repente un desastre que no te imaginas.
Al hacerse de d a, tuvieron los jud os una reunión y se juramentaron, prometiendo no comer ni beber hasta que hubieran dado muerte a Pablo.
Pero tú no les hagas caso, porque preparan contra él una emboscada más de cuarenta hombres de entre ellos, que se han juramentado a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte, y ahora están preparados en espera de tu asentimiento'.
porque vosotros mismos sabéis perfectamente que el d a del Se or vendrá como ladrón en plena noche.