Josué engendró a Joaqu n; Joaqu n engendró a Eliasib; Eliasib engendró a Joadá;
Nehemías 13:4 - Biblia Castilian 2003 Ya antes, el sacerdote Eliasib, encargado de las cámaras del templo de nuestro Dios y pariente de Tob as, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y antes de esto el sacerdote Eliasib, siendo jefe de la cámara de la casa de nuestro Dios, había emparentado con Tobías, Biblia Nueva Traducción Viviente Antes de esto, el sacerdote Eliasib, quien había sido designado para supervisar los depósitos del templo de nuestro Dios y quien también era pariente de Tobías, Biblia Católica (Latinoamericana) Pero antes de eso, estaba encargado de las bodegas de la Casa de nuestro Dios el sacerdote Eliyasib. Como era de la familia de Tobías, La Biblia Textual 3a Edicion Pero antes de esto, el sacerdote Eliasib, encargado de la cámara de la Casa de nuestro Dios, había emparentado con Tobías, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ya antes, el sacerdote Eliasib, encargado de las cámaras del templo de nuestro Dios y pariente de Tobías, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y antes de esto, Eliasib, el sacerdote, siendo superintendente de la cámara de la casa de nuestro Dios, había emparentado con Tobías, |
Josué engendró a Joaqu n; Joaqu n engendró a Eliasib; Eliasib engendró a Joadá;
Aquel mismo d a fueron nombrados algunos encargados de los aposentos destinados para almacenes de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos. En ellos deb an almacenarse, de los campos de las ciudades, las porciones que la ley exig a para los sacerdotes y los levitas. Judá se complac a en ver a los sacerdotes y a los levitas en sus respectivos ministerios.
Uno de los hijos de Joadá, hijo del sumo sacerdote Eliasib, era yerno de Sanbalat, el joronita, y lo arrojé de mi lado.
Al enterarse de ello Sanbalat, el joronita, y Tob as, el siervo amonita, les pareció muy mal que hubiera llegado alguien para procurar el bien a los israelitas.
El sumo sacerdote Eliasib y sus hermanos los sacerdotes se pusieron a reconstruir la puerta de las Ovejas. Ellos mismos hicieron el armazón y colocaron las hojas. Siguieron la reconstrucción hasta la torre de Ciento y hasta la torre de Jananel.
Cuando a Sanbalat, a Tob as, a Guesen, el árabe, y a los demás enemigos nuestros les llegó la noticia de que yo hab a reedificado la muralla, sin que quedara ya brecha alguna en ella, aunque en ese momento aún no hab an sido colocadas las hojas de las puertas,