No es bueno discriminar a las personas; por un trozo de pan el hombre delinque.
Miqueas 3:5 - Biblia Castilian 2003 As habla Yahveh contra los profetas que seducen a mi pueblo, los que proclaman: '¡Paz!', mientras tengan algo que masticar entre sus dientes; pero declaran: '¡Guerra santa!' a quien no les pone algo en la boca. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él: Biblia Nueva Traducción Viviente Esto es lo que dice el Señor: «¡Ustedes, falsos profetas, llevan a mi pueblo por mal camino! Prometen paz a quienes les dan de comer, pero le declaran la guerra a quienes se niegan a alimentarlos. Biblia Católica (Latinoamericana) Esto dice Yavé en contra de los profetas que engañan a mi pueblo: Si pueden masticar a dos canillas, anuncian la paz; pero si alguien no les llena la boca, le declaran la guerra. La Biblia Textual 3a Edicion Así dice YHVH a los profetas que extravían a mi pueblo, Que cuando tienen algo que morder, anuncian paz, Pero declaran una guerra santa a quien no les llena la boca: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así habla Yahveh contra los profetas que seducen a mi pueblo, los que proclaman: '¡Paz!', mientras tengan algo que masticar entre sus dientes; pero declaran: '¡Guerra santa!' a quien no les pone algo en la boca. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así dice Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, que muerden con sus dientes, y claman: Paz, y contra el que no les da de comer, declaran guerra. |
No es bueno discriminar a las personas; por un trozo de pan el hombre delinque.
A mi pueblo lo esquilma un chiquillo, mujeres lo dominan. Pueblo m o, tus gu as te enga an, la ruta de tus sendas embrollan.
que piensan hacer olvidar mi nombre a mi pueblo, con los sue os que unos a otros se cuentan, como olvidaron sus padres mi nombre por Baal?
Aqu estoy contra los que profetizan sue os mentirosos - oráculo de Yahveh -, y los cuentan, enga ando as a mi pueblo con sus mentiras y sus fanfarronadas, siendo as que no los he enviado ni les he dado orden alguna, y por eso no son de utilidad para este pueblo - oráculo de Yahveh -.
Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal.
Proclamad guerra santa contra ella. Levantaos, ataquemos al mediod a. ¡Ay de nosotros, que declina el d a, que se extienden las sombras del ocaso!
Tus profetas tuvieron para ti Nun visiones enga osas y necias. No te descubrieron tu pecado, de modo que cambiara tu suerte; te hicieron vaticinios falaces e ilusorios.
Extenderé mi mano contra los profetas que ven vanidades y adivinan mentiras; no estarán en la asamblea de mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, no entrarán en el territorio de Israel; y sabréis que yo soy el Se or Yahveh.
caerás tú de d a, y contigo caerá el profeta en la noche. Yo haré perecer a tu madre.
Si un hombre corriera tras el viento y dijera mentiras como ésta: 'Yo te haré profec as a cambio de vino y licores', ése ser a el profeta digno de este pueblo.
Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes ense an por lucro, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en Yahveh, diciendo: '¿No está Yahveh entre nosotros? ¡No nos sucederá nada malo!'.
Pero vosotros os habéis apartado del camino, habéis hecho tropezar a muchos con vuestra ense anza, habéis destruido la alianza de Lev - dice Yahveh Sebaot -.
Dejadlos. Son ciegos que gu an a otros ciegos; pero si un ciego gu a a otro ciego, los dos caerán en el hoyo'.
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Esos tales no sirven a Cristo, Se or nuestro, sino a sus propios bajos apetitos y, con su modo de hablar lisonjero y adulador, seducen el corazón de los sencillos.