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Miqueas 1:9 - Biblia Castilian 2003

Su llaga es incurable, se ha expandido hasta Judá, ha llegado hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Porque su llaga es dolorosa, y llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues la herida de mi pueblo es demasiado profunda para sanar. Ha llegado hasta Judá, aun hasta las puertas de Jerusalén.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

porque las llagas de Samaria son incurables y han llegado hasta Judá, alcanzando la capital de mi pueblo, la misma Jerusalén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque su llaga° es incurable, y ésta alcanzará también a Judá, Se propagará hasta la puerta de mi pueblo, En medio de Jerusalem.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Su llaga es incurable, se ha expandido hasta Judá, ha llegado hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque su llaga es dolorosa, que llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

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Lòt tradiksyon



Miqueas 1:9
15 Referans Kwoze  

Se lamentarán y gemirán sus puertas, y tú, desolada, te sentarás en tierra.


El a o catorce del rey Ezequ as, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas.


El rey de Asiria envió desde Laquis a Jerusalén, contra Ezequ as, al copero mayor, con un fuerte ejército. Subieron y, cuando llegaron a Jerusalén, se detuvieron junto al canal del estanque superior, el que está junto al camino del Campo del Batanero.


¿Por qué mi dolor ha de ser continuo y mi llaga tan incurable que se resiste a ser sanada? ¡Ay! Eres para m como torrente enga oso, como aguas no fiables.


Sube a Galaad en busca de bálsamo, doncella de Egipto. En vano multiplicas los remedios, no hay curación para ti.


Ansiosamente esperan el bien los habitantes de Marot, cuando Yahveh ha hecho bajar la desdicha hasta la puerta de Jerusalén.


Por eso, también yo me he puesto a castigarte, a devastarte por tus pecados.


Irremediable es tu desastre, incurable tu llaga. Cuantos oigan hablar de ti contra ti aplaudirán, porque, ¿sobre quién no pesó tu incesante maldad?