Dios habita en medio de ella, no puede vacilar: Dios la auxilia al clarear de la ma ana.
Miqueas 1:4 - Biblia Castilian 2003 Los montes se funden bajo sus pies, los valles se hienden como cera ante el fuego, como aguas despe adas por una torrentera. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio. Biblia Nueva Traducción Viviente Las montañas se derriten debajo de sus pies y se derraman sobre los valles como cera en el fuego, como agua que desciende de una colina. Biblia Católica (Latinoamericana) A su paso se desmoronan las montañas y los valles se hunden como cera ante el fuego o como el agua que se escurre por la pendiente. La Biblia Textual 3a Edicion Debajo de Él los montes se derretirán como cera junto al fuego, Los valles se resquebrajarán como agua precipitada por la torrentera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los montes se funden bajo sus pies, los valles se hienden como cera ante el fuego, como aguas despeñadas por una torrentera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y debajo de Él se derretirán las montañas, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio. |
Dios habita en medio de ella, no puede vacilar: Dios la auxilia al clarear de la ma ana.
Se levanta el Se or, y sus enemigos se dispersan, sus adversarios huyen ante su presencia.
como cera se derriten las monta as, delante del Se or, a la vista del due o de la tierra.
Es el Se or, Yahveh Sebaot, quien toca la tierra, y ella vacila y todos sus habitantes lloran; crece toda ella como el Nilo y mengua como el Nilo de Egipto.
Tiemblan los montes ante Él, He se estremecen las colinas. Ante Él trepida la tierra, el orbe y cuantos lo habitan.
tiemblan los montes al verte, pasa una tromba de agua alza su voz el abismo, el sol levanta sus manos a lo alto
Cuando se levanta la tierra se estremece; cuando mira se sobresaltan las naciones, se desmoronan los montes eternos, se hunden los collados antiguos, sus caminos de siempre.
Aquel d a sus pies se posarán en el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén, al oriente, y el monte de los Olivos se hendirá por el centro hacia oriente y hacia occidente, formando un valle inmenso: la mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar.
Cuando tú, Yahveh, sal as de Se r cuando avanzabas por los campos de Edom, se estremeció la tierra, gotearon los cielos y las nubes destilaron agua.