Y tú, Cafarnaún, ¿es que te vas a encumbrar hasta el cielo? ¡Hasta el infierno serás derribada! Porque, si en Sodoma se hubieran realizado los mismos milagros que en ti, todav a hoy estar a en pie.
Mateo 8:5 - Biblia Castilian 2003 Cuando entró en Cafarnaún se le acercó un centurión y le suplicó: ' Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús regresó a Capernaúm, un oficial romano se le acercó y le rogó: Biblia Católica (Latinoamericana) Al entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un capitán de la guardia, suplicándole: La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Él entró en Cafarnaum, se le acercó un centurión, rogándole y diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando entró en Cafarnaún se le acercó un centurión y le suplicó: ' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entrando Jesús en Capernaúm, vino a Él un centurión, rogándole, |
Y tú, Cafarnaún, ¿es que te vas a encumbrar hasta el cielo? ¡Hasta el infierno serás derribada! Porque, si en Sodoma se hubieran realizado los mismos milagros que en ti, todav a hoy estar a en pie.
Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús sintieron el terremoto y lo que pasaba quedaron sobrecogidos de espanto y dec an: 'Realmente, éste era Hijo de Dios'.
Y dejando Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaún, ciudad mar tima, en los confines de Zabulón y Neftal,
Al ver el centurión, que estaba all frente a Jesús, de qué manera hab a expirado, dijo: 'Realmente, este hombre era Hijo de Dios'.
Pasados algunos d as, entró de nuevo en Cafarnaún y corrió la voz de que estaba en casa.
Estaba ya sujeto con las correas cuando dijo Pablo al centurión all presente: '¿Os está permitido flagelar a un ciudadano romano sin juicio previo?'.
Éste llamó a uno de los centuriones y le dijo: 'Lleva a este muchacho al tribuno, porque tiene algo que comunicarle'.
Luego llamó a dos de los centuriones y les dijo: 'Tened preparados para la hora tercera de la noche doscientos soldados y setenta de a caballo, más doscientos lanceros, dispuestos a partir para Cesarea.
Se levantó viento sur y, pensando que podr an conseguir su intento, levaron anclas y navegaron costeando la isla de Creta.
dijo Pablo al centurión y a los soldados: 'Si ésos no se quedan en la nave, vosotros no podréis salvaros'.
Pero el centurión, deseando salvar a Pablo, impidió su propósito y ordenó a los que sab an nadar que se tiraran los primeros y salieran a tierra;
Dada la proximidad entre Lida y Jope, y habiendo o do los disc pulos que Pedro estaba en aquella ciudad, le despacharon dos hombres con este ruego: 'No tardes en venir hasta nosotros'.