Mateo 8:26 - Biblia Castilian 2003 Pero él les dice: '¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?'. Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar y sobrevino una gran calma. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Por qué tienen miedo? —preguntó Jesús—. ¡Tienen tan poca fe! Entonces se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de repente, hubo una gran calma. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero él les dijo: '¡Qué miedosos son ustedes! ¡Qué poca fe tienen!' Entonces se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo volvió a la más completa calma. La Biblia Textual 3a Edicion Les dice: ¡Hombres° de poca fe!, ¿por qué estáis temerosos? Y se levantó y reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una calma absoluta.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él les dice: '¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?'. Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar y sobrevino una gran calma. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar, y se hizo gran bonanza. |
Se or, Dios de los ejércitos, ¿quién hay potente como tú, oh Yahveh, con tu fidelidad en torno a ti?
el que hizo caminar a la derecha de Moisés su brazo glorioso; el que hendió ante ellos las aguas, haciéndose un nombre eterno;
Increpa al mar y lo seca, Gu mel evapora todos los r os. Languidecen el Basán y el Carmelo, Dálet la flor del L bano se marchita.
¿Va tu enojo, Yahveh, contra los r os? ¿Va contra los r os tu cólera, o contra el mar tu furor, cuando cabalgas sobre tus caballos o en tus carros victoriosos?
Al darse cuenta de ello Jesús, dijo: '¡Hombres de poca fe! ¿Por qué estáis comentando entre vosotros que no tenéis pan?
Él les contesta: 'Por vuestra poca fe. Porque os aseguro que, si tuvierais una fe del tama o de un granito de mostaza, dir ais a este monte: 'Trasládate de aqu a allá', y se trasladar a; y nada os ser a imposible'.
Pues si a la hierba del campo, que hoy existe y ma ana se echa al horno, Dios la viste as, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?
Los hombres quedaron admirados y se preguntaban: '¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y la mar le obedecen?'.
Pero Jesús le increpó: 'Enmudece y sal de este hombre'. Entonces el demonio, echándolo por tierra delante de ellos, salió de él, sin haberle causado da o alguno.
Ante la promesa de Dios no titubeó ni desconfió, sino que fue fortalecido por la fe, dio gloria a Dios
Llevaba en la mano un rollo peque o, abierto. Puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra