Fueron prematuramente arrebatados: sobre sus cimientos se volcó un torrente.
Mateo 7:26 - Biblia Castilian 2003 Y todo aquel que oye estas palabras m as pero no las pone en práctica, se parecerá al hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa sobre arena. La Biblia Textual 3a Edicion Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, será comparado a un varón insensato que edificó su casa sobre la arena, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y todo aquel que oye estas palabras mías pero no las pone en práctica, se parecerá al hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todo el que oye estas mis palabras y no las hace, será comparado al hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; |
Fueron prematuramente arrebatados: sobre sus cimientos se volcó un torrente.
La sabidur a de la mujer construye su casa, la necedad la destruye con sus manos.
Los sabios serán confundidos, quedarán consternados y apresados; mirad: despreciaron la palabra de Yahveh. ¿Qué clase de sabidur a es la que tienen?
En resumen, todo aquel que oye estas palabras m as y las pone en práctica se parecerá al hombre sensato que construyó su casa sobre la roca.
Cayó la lluvia, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y dieron contra la casa aquella; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre la roca.
Cayó la lluvia, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y batieron contra la casa aquella; se derrumbó, y su ruina fue completa.
En cambio, el que oye pero no practica, se parece a un hombre que se puso a construir una casa a flor de tierra, sin cimientos; cuando el torrente se precipitó contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre de aquella casa fue completo'.
Por eso, éste es el oráculo de Yahveh, Dios de Israel: yo hab a dicho que tu casa y la casa de tu padre caminar an en mi presencia por siempre. Pero ahora - oráculo de Yahveh -, ¡lejos de m tal cosa! Porque yo honro a los que me honran y desprecio a los que me desprecian.