Y luego dijo al hombre: Temer al Se or es sabidur a; huir del mal, inteligencia'.
Mateo 7:24 - Biblia Castilian 2003 En resumen, todo aquel que oye estas palabras m as y las pone en práctica se parecerá al hombre sensato que construyó su casa sobre la roca. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Biblia Nueva Traducción Viviente »Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Biblia Católica (Latinoamericana) Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. La Biblia Textual 3a Edicion Cualquiera pues que me oye estas palabras y las practica, será comparado a un varón prudente, que edificó su casa sobre la roca, Biblia Serafín de Ausejo 1975 En resumen, todo aquel que oye estas palabras mías y las pone en práctica se parecerá al hombre sensato que construyó su casa sobre la roca. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre una roca. |
Y luego dijo al hombre: Temer al Se or es sabidur a; huir del mal, inteligencia'.
El temor del Se or es el principio Res de la sabidur a; bien avisados son los que lo siguen: Sin su alabanza subsiste eternamente. Tau
La tormenta, cuando pasa, derriba al malvado; pero el justo tiene cimientos eternos.
Los malvados se hunden y desaparecen, mientras subsiste la casa de los justos.
Sabidur a del prudente es conocer su camino; la locura de los necios es un enga o.
Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre'.
Ahora yo también te digo que tú eres Pedro; sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Hades no podrán contra ella.
¿Quién es, pues, el criado fiel y sensato, a quien el se or puso al frente de su servidumbre, para darles la comida a su debido tiempo?
en cambio, las sensatas, junto con sus lámparas, llevaron aceite en las vasijas.
Pero las sensatas contestaron: 'No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras, mejor es que vayáis a los vendedores y os lo compréis'.
Cayó la lluvia, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y dieron contra la casa aquella; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre la roca.
Y todo aquel que oye estas palabras m as pero no las pone en práctica, se parecerá al hombre insensato que construyó su casa sobre la arena.
Pero él contestó: 'Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan'.
Si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo siempre he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Porque, ante Dios, no son justos los que meramente oyen la ley, sino que serán justificados quienes la cumplen.