Mateo 6:6 - Biblia Castilian 2003 Pero tú, cuando hagas tu oración, entra en tu aposento y, cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará. La Biblia Textual 3a Edicion Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento interior, cierra con llave tu puerta° y ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero tú, cuando hagas tu oración, entra en tu aposento y, cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público. |
Anda, pueblo m o, entra en tus aposentos y cierra tus puertas tras de ti; escóndete apenas un momento, hasta que pase el enojo.
Después de despedirlo, subió al monte para orar a solas. Al anochecer, estaba all él solo.
para que no sea la gente la que se dé cuenta de que estás ayunando, sino tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te dará la recompensa.
para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa.
D cele Natanael: '¿De dónde me conoces?'. Jesús le contestó: 'Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, ya te vi'.
Jesús le responde: 'Suéltame, pues todav a no he subido al Padre, vete a mis hermanos y diles: 'Voy a subir a mi Padre y vuestro Padre; a mi Dios y vuestro Dios''.
D jole Cornelio: 'Hace cuatro d as a esta misma hora me encontraba haciendo la oración de nona en mi casa, cuando un hombre, con radiantes vestidos, se puso delante de m
Al d a siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, hac a la hora sexta, subió Pedro a la terraza para orar.
Pedro hizo salir fuera a todos. Luego, puesto de rodillas, oró y, vuelto al cadáver, dijo: 'Tabitá, levántate'. Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.
En efecto, los que viven según la carne, anhelan las cosas de la carne; los que viven según el Esp ritu, las del Esp ritu.