Mateo 6:34 - Biblia Castilian 2003 No os afanéis, pues, por el d a de ma ana, que el d a de ma ana traerá su propio afán. Bástenle a cada d a sus propias preocupaciones. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Biblia Nueva Traducción Viviente »Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy. Biblia Católica (Latinoamericana) No se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le bastan sus problemas. La Biblia Textual 3a Edicion Y no os afanéis por el mañana, porque el mañana° se preocupa de sí mismo. Basta a cada día su propio mal. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No os afanéis, pues, por el día de mañana, que el día de mañana traerá su propio afán. Bástenle a cada día sus propias preocupaciones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que, no os afanéis por el mañana, que el mañana traerá su afán. Bástele al día su propio mal. |
Por eso os digo: no os angustiéis por vuestra vida: qué vais a comer [o qué vais a beber]; ni por vuestro cuerpo: con qué lo vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
¿Quién de vosotros, por mucho que se afane, puede a adir una sola hora a su existencia?
Pero el Se or le contestó: 'Marta, Marta, te afanas y te agitas por muchas cosas;
Cuando los poderes y las autoridades os hagan comparecer ante las sinagogas no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis o qué habéis de decir.
Luego dijo a [sus] disc pulos: 'Por eso os digo: no os agobiéis por la vida, pensando qué vais a comer; ni por [vuestro] cuerpo, con qué lo vais a vestir.
'La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, la doy yo. No se turbe vuestro corazón ni sienta miedo.
Os he dicho esto, para que en m tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación; pero tened buen ánimo: yo he vencido al mundo'.
confortando a los disc pulos y exhortándolos a permanecer en la fe, diciéndoles que por muchas tribulaciones tenemos que pasar para entrar en el reino de Dios.
sean de hierro y de bronce tus cerrojos, y dure tu vigor cuanto duren tus d as.
No os afanéis por nada, sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean públicamente presentadas a Dios.
Abandonad en él todas vuestras preocupaciones, porque él cuida de vosotros.